Al menos nueve personas murieron y 300 se hallan desaparecidas, con “mínimas chances” de ser rescatas con vida, tras la ruptura de un dique minero en el estado de Minas Gerais (sudeste), según el último balance oficial divulgado en la madrugada del sábado.
“Tenemos nueve fallecidos. Nuestros datos indican que hay cerca de 300 desaparecidos”, informó el Cuerpo de Bomberos.
La catástrofe se produjo en el municipio de Brumadinho, a 60 km de Belo Horizonte, sepultando buena parte de las instalaciones del complejo Córrego do Feijão, perteneciente a Vale, una empresa gigante del sector minero.
El gobernador del estado, Romeu Zema, afirmó por la noche que las chances de rescatar sobrevivientes “son mínimas”.
Según los bomberos, entre 100 y 150 desaparecidos serían funcionarios que estaban en el área administrativa de la empresa, cerca del dique que se rompió, y el resto en otras zonas próximas.
Este último balance rebaja de 270 a 189 el número de personas rescatadas. Una veintena de heridos están siendo atendido en hospitales de la zona.
En un sobrevuelo en helicóptero, se podía ver varias casas, tractores y un puente bajo el lodo, así como varias viviendas completamente destruidas por las impresionantes riadas de color marrón que avanzaron sobre grandes superficies de vegetación.
Los bomberos intentaban retirar la tierra de los tractores para verificar si había personas en su interior. Por motivos de seguridad, varios accesos a la ciudad, de 39.000 habitantes, fueron cerrados.
Los familiares de los desaparecidos exigían información de la empresa y las autoridades.
Tragedia anunciada
Hasta el momento se ignora la causa del accidente. Según el presidente de Vale, Fábio Schvartsman, la represa no era usada desde hacía tres años y había sido verificada regularmente.
Según la web de noticias G1, la justicia de Minas Gerais decretó el bloqueo de cuentas bancarias de la compañía por un valor de 1.000 millones de reales (USD 270 millones) que serían usados para resarcir a las víctimas.
El siniestro rememoró la ruptura en noviembre de 2015 de la represa de Mariana, a 125 km de distancia, que dejó 19 muertos y generó una corriente de residuos que llegó hasta el mar a lo largo del Río Doce, surcando dos estados brasileños. Esa represa pertenecía a Samarco, una empresa controlada por Vale y la anglo-australiana BHP Billiton.
“Es increíble: tres años y dos meses después de Mariana, otro accidente en la misma región y con las mismas características. Podemos decir que no hubo ningún avance respecto a las medidas de gobierno ni a prácticas empresariales. Y, en lugar de eso, volvemos a discutir las licencias automáticas de obras”, dijo a la AFP el director de campaña de Greenpeace Brasil, Nilo D’Avila.
Gabinete de crisis
El presidente Jair Bolsonaro anunció la formación de un “gabinete de crisis” con ministros y autoridades de Minas Gerais.
Bolsonaro, que por la mañana regresó del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), indicó que viajará a primera hora del sábado a Minas Gerais para sobrevolar la región y evaluar “todas las medidas pertinentes y posibles destinadas a aminorar el sufrimiento de los familiares y de las posibles víctimas”.
“No quiero culpar a otros por lo que está sucediendo, pero algo se ha hecho mal a lo largo del tiempo”, dijo a una radio de Brumadinho el mandatario, que recibió por Twitter la “solidaridad” del presidente colombiano, Iván Duque.
Las autoridades locales enviaron varios helicópteros para las tareas de rescate. En un video difundido por una televisión de Minas puede verse a una de las aeronaves acercándose a dos personas atrapadas por el lodo hasta la cintura.
La Bolsa de Sao Paulo está cerrada este viernes por un feriado, pero las acciones de Vale en Nueva York se derrumbaron un 8,08%.