Las jugadoras de la Selección femenina de Colombia, Natalia Gaitán e Isabella Echeverri, se reunieron este lunes con la Ministra del Trabajo, Alicia Arango, para hablar acerca de la necesidad de mejorar la situación que atraviesan desde el ámbito laboral.
Echeverri y Ortiz fueron las primeras seleccionadas nacionales de mayores en denunciar los abusos que han padecido las futbolistas colombianas en los últimos años.
Sobre la gravedad de estas denuncias, la ministra afirmó que su despacho buscará trabajar de manera conjunta con las organizaciones del fútbol en Colombia para acabar con los problemas laborales.
“Nosotros desde el Ministerio de Trabajo no podemos permitir por ley que haya acoso laboral o discriminación (…) vamos a sentarnos con las personas de la Federación Colombiana de Fútbol, la División Mayor del Fútbol Colombiano y la División Aficionada del Fútbol Colombiano para ver cómo vamos a arreglar este problema”, indicó Arango.
El pasado 7 de marzo Ortiz, que juega como delantera y vive en Estados Unidos, denunció, entre otros asuntos, que le ha tocado pagar sus billetes aéreos hacia Colombia cuando ha sido convocada a la Selección.
Además, criticó que usualmente hay “falta de viáticos nacionales, a pesar de que a los deportistas masculinos les dan; desprotección de salud con jugadoras que residen en Estados Unidos y deficiencias de equipos médicos, gimnasios y medios de recuperación”.
Asimismo, Echeverri denunció que en algún momento el entrenador Felipe Taborda tenía una convocatoria paralela en la Selección y que las futbolistas estaban obligadas a consignar en la cuenta personal del técnico los costos de hospedaje y alimentación cada vez que eran llamadas.
Este lunes Echeverri expresó la voluntad conjunta de las jugadoras para mejorar las condiciones laborales y acabar con la discriminación laboral en el fútbol nacional.
“Estamos unidas para encontrar de la mano de la ministra soluciones para los problemas que estamos teniendo en este momento, que nos traten como nos deben tratar, que no haya discriminación laboral ni sexual y que haya una liga profesional colombiana femenina”, agregó.
Finalmente, Arango recalcó la importancia de concienciar a la sociedad para alcanzar la igualdad de condiciones laborales y poner fin al machismo que predomina en el fútbol colombiano.
“Nosotras como mujeres y ellas como equipo no vamos a permitir más maltrato”, concluyó la ministra.
Por su parte, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, sostuvo, tras reunirse con las jugadoras, que la entidad “siempre” ha creído en la Selección femenina de fútbol y que el compromiso para trabajar con las deportistas “es mutuo”.
“Lo importantes es que Colombia a nivel femenino vuelva a ser, como fue durante mucho tiempo, protagonista internacional”, dijo el directivo.
A juicio de Jesurúm, “el tema del fútbol profesional femenino corresponde a la Dimayor y ellos están de acuerdo en hacer todos los esfuerzos necesarios para que no se acabe”.
El presidente de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), Jorge Enrique Vélez, aseguró el pasado 6 de marzo que en el país no hay el número suficiente para estructurar un torneo profesional femenino y anunció que se estudia la viabilidad de hacer uno semiprofesional.
En Colombia se han disputado dos ligas femeninas profesionales que, en su momento, fueron calificadas por los dirigentes del fútbol como “experiencia interesante pero no productiva”.