Los nombres de Luis Lorduy y Andrés Betancourt eran casi desconocidos en el mundo de la política colombiana hasta el 31 de marzo, día domingo cuando el exvicepresidente Germán Vargas Lleras publicó su columna ‘Juego Limpio’.
El alboroto fue como un huracán. Pues la columna señala que ambos funcionarios del gobierno habrían estado haciendo llamadas a congresistas para conocer “qué grado de participación aspiran tener en el Gobierno”.
Aunque ambos ya habían sonado en denuncias que tiraban hacía el mismo lado de Vargas Lleras, la columna sin duda tuvo un impacto que afectó más a la estructura del actual presidente.
Las indagaciones sobre los contratos de Lorduy y Betancourt no se hicieron esperar. Se conoce que son enlaces del gobierno que tienen la función de actuar en el Congreso.
Ambos fueron contratados para trabajar con el Fondo de Programas Especiales para la Paz, lo que causó curiosidad fue que Vargas Lleras los señalara de ejercer presiones para aprobar el proyecto de Plan Nacional de Desarrollo.
La pregunta es ¿por qué Fondopaz recurre a contratar a dos lobistas para que hagan puja en el Congreso?
Según fuentes oficiales, son dos vínculos directos con el congresistas, con alcaldes y autoridades locales que trabajan en el relacionamiento alrededor de los temas de fondo de paz. Desde el gobierno, con la voz protagonista del consejero político de Palacio, Jaime Amín, la molestia por los señalamientos a estos dos funcionarios de ofrecer mermelada no cayó nada bien.
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Según el Sistema de Información y Gestión del Empleo Público, Sigep, Betancourt fue contratado por 44 millones de pesos para trabajar con el departamento administrativo de la Presidencia de la República como asesor, su contrato comenzó el 1 de febrero y concluyó el 31 de marzo.
Lorduy nació en Barranquilla y políticamente es cercano al uribismo. Trabajó en el Gobierno de Uribe como asesor del ministro de Defensa Nacional en 2010. Y Betancourt fue candidato a la Alcaldía de Cartagena y fue concejal por el partido Conservador en esa ciudad.
Las críticas a sus nombramientos no han parado de llover, pues para la oposición el fondo para temas de paz se está convirtiendo en un lugar donde se puede pagar contratos a personas que no están trabajando estos temas, sino hacen relacionamiento político. Sin embargo, seis congresistas de Cambio Radical hablaron le dijeron a La Silla Vacía que no recibieron propuestas de Lorduy o Betancourt.