El Gobierno del presidente de Perú, Martín Vizcarra, declaró tres días de duelo nacional por el deceso del expresidente Alan García y otorgarle las honras fúnebres que corresponden a un mandatario en ejercicio.
De acuerdo a un decreto supremo publicado de urgencia por el diario oficial El Peruano, el duelo nacional se cumplirá desde hoy miércoles hasta el viernes 19, en coincidencia con las fechas de la Semana Santa.
El Ejecutivo dispuso otorgar las honras fúnebres que corresponden al presidente de la República en ejercicio a los funerales de García, quien murió a los 69 años a raíz de un disparo en la cabeza cuando la Policía había llegado a su casa para detenerlo por el caso Odebrecht.
La bandera nacional será izada a media asta en todos los edificios públicos, instalaciones militares, bases, buques, locales policiales y demás dependencias del Estado en todo el territorio nacional, así como en misiones diplomáticas, consulares y representaciones permanentes del Perú en el exterior.
El decreto fue refrendado por Vizcarra, el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar; el canciller, Néstor Popolizio; y el ministro de Justicia, Vicente Zeballos.
Horas antes, el secretario personal de García, Ricardo Pinedo, anunció a los medios locales que el funeral se celebrará el Viernes Santo a mediodía, después de que sus restos mortales hayan sido velados durante día y medio en la “Casa del Pueblo”, la sede del Partido Aprista Peruano (PAP) que lideraba el exmandatario.
“Solamente será velado y enterrado con los honores apristas, que a veces son muchos más que los honores del presidente (Martín) Vizcarra”, dijo Pinedo sobre el actual gobernante de Perú, al que hace unos meses García acusó de estar detrás de la investigación, la misma que tildó de persecución.
El secretario de García indicó que la sede del Partido Aprista estará abierta a “a toda persona que quiera rendir honores” al expresidente, que falleció con 69 años.
También señaló que la autopsia a García se realizará en el Hospital Casimiro Ulloa, de Lima, donde el exgobernante fue ingresado tras haberse disparado en su vivienda cuando había llegado a primera hora de la mañana un fiscal y un grupo de policías con una orden judicial para arrestarlo.
García era investigado por la Fiscalía para averiguar si había recibido sobornos de Odebrecht, la constructora brasileña que pagó dádivas en una docena de países de Latinoamérica para adjudicarse grandes contratos en obras públicas.
Los fiscales indagaban si García había recibido sobornos por la licitación de la Línea 1 del Metro de Lima, como los indicios que encontraron a su secretario de Presidencia Luis Nava, el hijo de este José Antonio Nava, el exvicepresidente de la estatal Petroperú Miguel Atala y el exviceministro de Comunicaciones Jorge Cuba.