El objetivo es hacer un ranking de países, en el que mientras una nación se acerque más a cero es menos frágil económicamente y mientras es más alta la calificación (cercana a 120) es más frágil.
Para la edición de 2019, Uruguay se destacó como el país de América Latina con menor fragilidad tras tener un puntaje de 34 unidades. Con esto, logró ubicarse entre las 21 economías menos frágiles. Un dato curioso de este país es que fue el tercer mejor en el mundo en el ámbito de legitimidad del Estado, que considera su representatividad y su relación con la ciudadanía.
La nación que mostró el segundo mejor resultados fue Chile, con 38,9 puntos. Donde le va mejor es en el referente intervención externa, con un puntaje de 1,5; mientras que el indicador más desfavorable que registró fue la desigualdad económica, con un puntaje de 5,1 puntos.
A pesar de estas cifras, el decano de economía de la Universidad Católica de Chile, José Miguel Sánchez, destacó que en los últimos 12 años el coeficiente de Gini ha presentado un decrecimiento importante. “Chile es un país que tiene una alta desigualdad, pero el crecimiento económico ha ayudado a disminuirla”, explicó Sánchez.
El tercer lugar entre las economías latinoamericanas menos frágiles, según The Fund For Peace, fue para Costa Rica, con un puntaje total de 42.
El último lugar de la región es para Venezuela, que se ganó el título de la nación más frágil, tras ubicarse en la casilla 32, con un puntaje de 89,3. Los temas relacionados con derechos humanos y fraccionamiento de las élites fueron los que representaron un crecimiento más importante en este país.
Comparando el caso nacional con el resto de los países de América Latina, Colombia solo obtuvo mejores cifras que Venezuela y tres países centroamericanos, que son Guatemala, Nicaragua y Honduras. Esto llevó a que, en el listado general, el país se ubicara como el estado número 70 (entre 178 países) entre los más frágiles. El tema de los desplazados fue el que llevó al país a elevar su puntaje, puesto que aportó 7,8 unidades al total de 75,7. En cuando a los mejores indicadores, destacaron: el crecimiento económico, con un puntaje de 4,8; y los servicios públicos (5,3).
Rudolf Hommes, exministro de Hacienda, señaló que la desigualdad económica también es un punto que hace que el país se mantenga como una nación frágil. “Tenemos regiones del país absolutamente desprotegidas como es toda la Costa Pacífica, que nunca la hemos considerado como parte del país. Eso es una debilidad y un descuido gigantesco”, comentó Hommes.
Los mejores y los peores
En el listado global, los países africanos son los que se muestran como los de mayor fragilidad. Yemen, Somalia y Sudán del Sur fueron los tres países que más puntaje sumaron, al alcanzar 113,5, 112,3 y 112,2 unidades, respectivamente. Siria y la República Democrática del Congo fueron los otros dos países en superar las 110 unidades (de 120 posibles). Yemen presentó un máximo (de 10 puntos) en los indicadores referentes a aparato de seguridad, no fraccionamiento de las altas esferas e intervención externa.
La otra cara de la moneda la presentaron los países europeos, puesto que Finlandia, Noruega y Suiza se establecieron como las naciones menos frágiles, con 16,9 puntos, 18 puntos y 18,7 puntos, respectivamente. Los servicios públicos, derechos humanos y la igualdad económica fueron los ítems que más beneficiaron a Finlandia en el ranking de The Fund For Peace.
Para el caso de Noruega, se destacó la legitimidad del estado, rubro en el que fue el mejor país del mundo, junto a Nueva Zelanda, al sumar solo 0,6 unidades.
Los países que más variaron en el índice
Con respecto al reporte del año pasado, Venezuela y Brasil fueron los países que más empeoraron en fragilidad, puesto que subieron 3,1 puntos con respecto al total alcanzado para la pasada medición. Nicaragua (2,8), Reino Unido (2,4) y Togo (2,3) completaron el top cinco. La nación que mostró la mejoría más significativa fue Etiopía, al disminuir 5,3 unidades; seguido de Kenia, que bajó 3,8 puntos; y Uzbekistán, que perdió 3,4. Gambia y Nepal fueron los otros dos países en completar el top cinco con el mejor cambio en el puntaje.