No han dejado de sonar las cacerolas en varias ciudades del país. La protesta social se mantiene por cuenta del inconformismo en temas como salud, educación, salarios y pensiones. Por eso, el Gobierno Nacional busca salidas a la profunda crisis que viene desde el paro del pasado 21 de noviembre.
Justamente, el domingo el propio presidente Iván Duque encabezó un encuentro con los alcaldes de capitales y gobernadores electos con la intención de zanjar esos reclamos de los ciudadanos.
Al respecto, el alcalde electo de Medellín, Daniel Quintero Calle, llevó una propuesta encaminada a convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para terminar con las soluciones a los reclamos de los ciudadanos.
“Le sugiero al señor presidente que haga una convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, una asamblea en la que se convoque a líderes sociales, políticos, sectores académicos, sociales, empresarios y trabajadores. Lo que está claro es que el andamiaje institucional que hoy tenemos en el país no es suficiente para resolver los problemas que tenemos“, explicó Quintero.
Frente a esa idea, el procurador Fernando Carrillo Flórez, promotor de la Séptima Papeleta que llevó al país a la Constitución de 1991, dijo que esa fue la revolución pacífica más importante que se ha logrado en Colombia y que acabó de materializarse en la Constitución de 1991.
Carrillo entonces pasó a manifestar su rotunda oposición a esa propuesta de Quintero argumentando que eso sería volver al pasado. “Cualquier reforma a esta Constitución sería un gran retroceso. Ahora debemos avanzar en la consolidación de los principios y derechos consagrados en la Constitución de 1991”, recalcó.
Y agregó: “El actual estallido social lleva a la clase media a exigir garantías de derechos a la salud, educación y hasta lucha contra la corrupción. Todos esos elementos que hacen parte de un andamiaje constitucional que están ahí al ser la Carta del 91 una de las Constituciones más progresistas de América Latina”.
Por eso, a juicio de Carrillo, esa iniciativa no lleva a la solución de los problemas. En ese sentido, el procurador planteó promover una convocatoria amplía al diálogo nacional.
“Los primeros en ser convocados a este diálogo debieron ser los promotores del paro porque de lo que se trata es de crear hechos de confianza. Ellos son quienes tienen la legitimidad y para bajarle la temperatura al estallido social hay que convocar al comité organizador del paro del pasado 21 de noviembre”, añadió.
Ahora se espera una respuesta del Gobierno a esa idea lanzada para llamar a una Asamblea Nacional Constituyente. ¿Se materializará?