ás de 3.000 migrantes hondureños de una nueva caravana que busca llegar a Estados Unidos huyendo de la pobreza y violencia avanza desde este jueves en Guatemala, en medio de controles de la policía local y la supervisión de funcionarios migratorios estadounidenses en zonas aledañas a los pasos fronterizos.
Antes, más de un millar de migrantes evadieron los controles y rompieron un cerco policial en el puesto fronterizo guatemalteco de Agua Caliente, observó un fotógrafo de la AFP.
Decenas de uniformados guatemaltecos fueron desplegados en zonas cercanas a las fronteras para verificar que los hondureños que avanzaban en el territorio hubieran pasado por el control migratorio, requisito para entrar al país, según acuerdos regionales.
Igualmente, controlan que los niños estén acompañados por alguno de sus padres o un tutor.
Por lo previsto en un acuerdo, el control de la caravana recibe apoyo de Estados Unidos, que desplegó “al campo” un “número limitado” de funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), informó a la AFP un vocero de la embajada estadounidense en Guatemala.
El apoyo y capacitación de agentes fronterizos de Guatemala es parte de un convenio surgido tras el paso de las primeras caravanas en 2018, para combatir el crimen y el tráfico de personas, detalló el vocero.
Antes del paso de la nueva caravana, Guatemala y Estados Unidos realizaron operativos en carreteras de identificación de migrantes bajo este acuerdo, que incluye la asesoría para la detección de pandilleros.
La caravana salió desde la noche del martes de San Pedro Sula, 180 km al norte de Tegucigalpa, y empezó desde el miércoles a ingresar a Guatemala, donde se ha dispersado.
El instituto migratorio guatemalteco informó que, entre la noche del miércoles y este jueves, 1.612 hondureños han pasado con su documentación reglamentaria por Agua Caliente y otros 662, por El Cinchado. Un total de 2.274 personas.
“Aquí vamos para adelante, al sueño americano”, dijo a la AFP Kelvin Ramos, quien espera encontrar empleo pintando casas en Estados Unidos, donde asegura “pagan bien”.
“Es mejor caminar, huir del país”, lamentó Mariano de Jesús, que esperaba pasar a Guatemala.
Unos 200 migrantes se encontraban la tarde del jueves en el departamento de Petén, cerca de la frontera con México, indicó Diego González, delegado de la Procuraduría de los Derechos Humanos en el área.
Otro centenar llegó al paso de Tecún Umán, colindante con México, siguiendo la ruta de caravanas anteriores.
Pero este nuevo grupo tiene la advertencia de que no se le permitirá entrar en México, reiteró este jueves el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei.
Miles de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, empezaron a salir en caravanas hacia Estados Unidos desde los últimos meses 2018, huyendo de la violencia y la pobreza.
El presidente Donald Trump presionó a Guatemala, Honduras y El Salvador a firmar acuerdos para detener esas oleadas migratorias.