Un gesto de reconciliación, promovido por la Comisión de La Verdad, protagonizaron dos sobrevivientes de la masacre de El Salado y el exjefe del Bloque Héroes Montes de María, Uber Banquez Martinez, alias ‘Juancho Dique’.
Yirley Velásco Garrido y Carmen Fontalvo Vides aceptaron verse ‘cara a cara’ con quien comandó la incursión armada que realizaron hace 20 años más de 400 integrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y que terminó con el asesinato de 60 campesinos y decena de mujeres abusadas.
Este transcendental encuentro se dio en uno de los salones del Santuario de San Pedro Claver, en la ciudad de Cartagena.
El recinto que guarda los restos del sacerdote jesuita, declarado el gran defensor de los derechos humanos, se convirtió en el escenario propicio donde estas dos victimas pudieron desahogarse y manifestarle directamente a ‘Juancho Dique’ lo que aún se siente en El Salado y cómo los hechos registrados del 16 al 18 de febrero del 2000, marcaron para siempre la vida de los habitantes de la población.
La conversación que sostuvieron los protagonistas de este encuentro, fue una experiencia que ninguno de los involucrados olvidará, porque al final de escucharse decidieron dar un paso que pasará a la historia porque de manera mancomunada se entrelazaron en un sentido abrazo.
“No es fácil ver a la persona que de pronto no lo hizo directamente él mismo, pero fue el que lideró, comandó un grupo que nos dañó. Es duro, pero es un paso más para que se esclarezca la verdad y que mi corazón pueda sanar“, dijo Fontalvo.
Para Velazco, el hablar de frente con ‘Juancho Dique’ es un camino hacia la verdad. “Significa poder seguir llevando los procesos personales, de organizaciones, procesos para poder seguir reconstruyendo el tejido social. La verdad juega un papel fundamental en la vida de cada una de estas personas que nos tocó vivir la violencia en carne propia”, acotó.
Por su parte, Banquez Martínez, el momento era algo que espera se diera. Aceptó que fue un “impacto muy grande” haberse encontrado en esta instancia con las víctimas, pero que sintió alivio al poder hablar con ellas y pedirles perdón por sus actuaciones y el dolor que ocasionó.
“Así como tuve el valor de llegar a El Salado a hacer el daño, así tengo el valor ahora de pedirle perdón a las víctimas. Y me siento también orgulloso de haber recuperado a mi familia que dejé abandonada por la guerra”, dijo.
Este cara a cara que lideró la Comisión de la Verdad, llevó también a que el exjefe paramilitar y las sobrevivientes de la masacre, acordarán una nueva reunión con el fin de que este mismo encuentro se pueda dar pero en El Salado.