El Papa Francisco pidió este domingo ante una plaza vacía en la basílica de San Pedro, en El Vaticano, valentía para enfrentar la pandemia de coronavirus, que ya se cobró la vida de 65.000 personas en el mundo, aunque una luz de esperanza surge en España.
“Miren a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a sí mismos para servir a los demás”, dijo el papa en una Basílica de San Pedro, totalmente vacía, salvo por un grupo de religiosos, sentados cada uno en un banco.
Acompañaron al papa solo un reducido grupo de religiosos, que respetaron en todo momento la distancia de seguridad, y la liturgia se celebró en el altar de la Cátedra de la basílica de San Pedro.
Esta será una Semana Santa particular que Francisco celebrará sin fieles y quienes quieran participar tendrán que hacerlo desde sus casas, a través de los medios de comunicación o las redes sociales.
La emergencia del coronavirus, que en Italia ha causado más de 15.000 muertos, ha obligado al Vaticano a adoptar medidas de prevención para evitar contagios y ya en marzo se decidió cerrar la plaza y la basílica vaticanas de forma temporal.
El interior de la basílica también fue decorada con algunos olivos y palmas.