Ecuador redujo casi una cuarta parte de la sobrepoblación carcelaria desde el comienzo de la pandemia del coronavirus en el país, donde han muerto dos presos y tres guardias penitenciarios por la COVID-19.
Antes de la pandemia, las cárceles ecuatorianas tenían un 40% de sobreocupación, que bajó durante la emergencia al “31,6%”, dijo la ministra de Gobierno, María Paula Romo, en una rueda de prensa.
La reducción de presos, según la ministra, se consiguió “con una mejor reorganización, también con algunas medidas, como medidas sustitutiva en los casos de delitos menores”.
El hacinamiento y riñas mortales entre los presos llevaron en mayo pasado al Gobierno del presidente, Lenín Moreno, a declarar el estado de emergencia en las cárceles del país.
Romo indicó que “por la pandemia de coronavirus se ha hecho un trabajo cuidadoso” para reducir la cantidad de presos. En el país hay unos 39.000 internos.
“Se requiere mucho cuidado en este tema porque puede ser un lugar donde los contagios se den de manera todavía más grave”, expresó la Ministra.
Dos presos de Ecuador han muerto a causa de la covid-19 en hospitales del país y tres guardias penitenciarios fueron aislados tras confirmarse que tienen la enfermedad, según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (Snai).
La Ministra indicó que hay un plan de contingencia dentro de las cárceles para enfrentar la pandemia, que deja en el país unos 24.000 casos, incluidos más de 800 muertos, aunque el gobierno sospecha que hay otros 1.200 fallecidos por coronavirus.
Con el fin de seguir reduciendo el número de presos, el gobierno trabaja en “indultos” para “casos especiales”, como personas con enfermedades terminales o de avanzada edad, señaló la funcionaria.
Romo matizó que “no se puede confundir la emergencia sanitaria con un pretexto para liberar a presos que están pagando por delitos graves” como violación o corrupción.