La situación de violencia que se vive en varios municipios del Cauca de nuevo genera incertidumbre debido a que en el mes de agosto fueron asesinados más de 20 personas entre jóvenes, líderes sociales y Defensores de Derechos Humanos.
“Esta ola de violencia en el Cauca está pasando desapercibida y se queda en viajes fugaces del ministro de defensa, Diego Molano, recompensas que nadie cobra y casos que nunca se esclarecen”, dice un artículo de la revista Semana que se encuentra en circulación y que titula “Cauca: Una tormenta de sangre”.
Más adelante sostiene que, “lo que está pasando en el Cauca se asemeja a este terrible período de la historia reciente de Colombia; los muertos son campesinos, afrodescendientes, indígenas, líderes comunales y hasta concejales pero no son ellos los protagonistas de esta nueva guerra”.
Señala el artículo sobre orden público que, “el panorama violento en el Cauca tiene su génesis en el cultivo de marihuana en el norte del departamento y coca en el sur”.
Dice que, “las disidencias de Gentil Duarte, agrupadas en el comando organizador de occidente, controlan la zona norte”.
Finalmente, la publicación hace un recuento sobre el control del territorio que se viene presentando y que ha generado confrontaciones entre los propios grupos armados ilegales.