Rechazo y condena general causaron los dos atentados terroristas contra la población de Padilla en el norte del Cauca que dejaron daños materiales no así heridos ni víctimas humanas. Inicialmente al parecer un grupo armado organizado residual, hizo explotar un carro-bomba frente al parque principal dónde están ubicadas la iglesia, la alcaldía y el cuartel de la policía.
La detonación causó pánico entre los habitantes de la cabecera municipal de Padilla y horas más tarde, se escuchó otra explosión.
Al parecer las disidencias de las FARC estarían tras estos atentados terroristas como una forma de retaliación por los golpes que les ha dado el ejército en esa parte del Cauca.
El gobernador Elías Larrahondo Carabalí envió a Padilla a los secretarios de gobierno y participación, Luis Cornelio Angulo Mosquera y la Secretaria de Desarrollo Económico y Competitividad, Noralba Zapata para presidir con altos oficiales del ejército y la policía un consejo de seguridad y trazar estrategias para que esa clase de atentados no se vuelvan a presentar. Se ofreció una recompensa para dar con los responsable de estos hechos de violencia.
Por su parte, el alcalde de Padilla, Cristobal Morales Mazo, se declaró sorprendido por el actual de los grupos armados al margen de la ley y condenó estos atentados contra la sociedad civil.