En estado de máxima alerta se volvieron a declarar los ganaderos y empresarios del sector rural en el norte del departamento del Cauca luego que indígenas retornaron a una zona de reserva forestal para prenderle fuego. Indican que la situación de orden público del Cauca es insostenible al explicar que cuando no son los largos bloqueos en la vía panamericana, son las invasiones por parte de las comunidades indígenas a predios privados o los incendios en zonas de reserva natural.
En el pasado mes de Junio, varios grupos indígenas se tomaron por la fuerza la hacienda Japio, ubicada en el municipio de Caloto y prendieron fuego a más de mil hectáreas de bosque seco tropical, poniendo en jaque a la flora y fauna de esa zona, declarada como reserva natural.
Luego los indígenas fueron desalojados. Sin embargo, durante las últimas horas, retornaron a ese lugar para ejecutar las mismas acciones criminales contra bienes privados y de interés para toda la sociedad.
Ganaderos y empresarios del campo denunciaron que los incendios se presentaron en una zona aledaña a nacimientos de agua que sirven de despensa a varios municipios y que a pesar de los llamados constantes, ninguna autoridad administrativa o de policía se hizo presente en el lugar.
Reiteraron su preocupación por los daños que se están provocando a la flora y fauna e hicieron un llamado al gobierno en general para que se brinden las garantías a los propietarios de esos bienes invadidos y se ejecuten las acciones necesarias para contener la nueva arremetida de los grupos indígenas que habitan el norte del Cauca.
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