Los jóvenes indígenas del departamento del Cauca, se pronunciaron ante las desarmonías que se presentan en sus territorios por la serie de hechos de violencia que se han estado dando con mayor profundidad durante este año 2023, dónde varios líderes y lideresas han sido asesinados y los grupos armados al margen de la ley han continuado afectando los derechos humanos. Al concluir el torneo de fútbol indígena, se dio a conocer un comunicado por parte de los jóvenes en los siguientes términos: “El conflicto armado en Colombia y sobre todo en el Cauca, nos ha dejado profundas heridas y desarmonías en nuestros territorios. Hoy en día vemos cómo se ha agudizado la violencia por parte de grupos armados que se lucran del narcotráfico y la expansión de los cultivos de uso ilícito, imponiendo dinámicas de destrucción y control sobre los territorios que nos pertenecen como pueblos originarios. Estas dinámicas no son ajenas a muchos de nuestros jóvenes, que ante la falta de oportunidades ven en el mal llamado «negocio de las drogas» una salida a sus necesidades. La guerra, sus estrategias de reclutamiento y el narcotráfico, nos arrebatan a diario a nuestros compañeros. Como pueblos indígenas, hemos resistido a esta guerra injusta impuesta por el Estado y los grupos armados ilegales que invaden a nuestras comunidades. Como jóvenes, le apostamos a la paz en Colombia, a preservar nuestra cultura y tradiciones dentro de nuestras comunidades. La primera copa de fútbol juvenil, es precisamente una apuesta que reafirma que el deporte, la educación y la cultura deben ser el motor que impulsen a nuestras comunidades, siempre guiados por la unidad, la armonía y la solidaridad. El día de hoy, después de llevar acabo la final del campeonato entre la Zona Norte y Juan Tama, podemos decir que el deporte es una estrategia exitosa que nos une como pueblos, que nos motiva a reflexionar sobre nuestras capacidades, desarmonías y necesidades. Aquí no solo se jugó una final de un campeonato, sino que se contruyó una apuesta política como jóvenes para hacerle frente a la violencia y dar un aire de esperanza a la juventud. Agradecemos a las comunidades y sobretodo a la juventud que nos apoyaron y participaron con convicción, entrega y compromiso en cada encuentro. Como jóvenes, hacemos el llamado al Estado Colombiano para que asuma la responsabilidad de frenar la guerra y el exterminio físico y cultural de nuestros pueblos. A nuestras autoridades, les convocamos a que se tomen acciones que reflejen realmente el compromiso con la juventud. Por nuestra parte, nos comprometemos a seguir trabajando y creando estrategias que nos ayuden a superar las desarmonías que tanto daño nos han causado. El trabajo colectivo y la unidad, nos permitirán seguir el camino que nuestros mayores nos encomendaron y construir el buen vivir que tanto soñamos como pueblos. CUENTEN CON NOSOTROS PARA LA PAZ, NUNCA PARA LA GUERRA”.