No existen las condiciones de seguridad por ahora en el municipio de Cajibio para el ingreso de operarios y técnicos de CEO que permitan atender los daños que se han generado y que hoy tienen a más de 9 mil usuarios sin servicio de energía, según directivos de esa entidad. Un nuevo comunicado frente a los últimos acontecimientos de CEO sostiene: CEO informa a la opinión pública que, continua la alteración de orden público y manipulación de la infraestructura eléctrica en zona rural del municipio de Cajibío, esta vez, con el ingreso no autorizado a la Subestación Cajibío por parte de personas ajenas a la Compañía, quienes mantienen sin servicio de energía a más de 9.000 clientes en este Municipio y parte de la zona rural del municipio de Popayán. Desde el mes de septiembre del año 2023 el personal operativo de CEO ha sido víctima de restricciones de movilidad en este sector, sufre constantes intimidaciones, retenciones ilegales del personal operativo, hurto de materiales de trabajo y vehículos de transporte (en total nueve de estos últimos) y extorsiones para poder ejecutar las actividades técnicas propias del servicio, situaciones que impiden la atención oportuna de daños en la zona. Durante las últimas dos semanas, este grupo organizado incrementó sus actividades delictivas en el sector, dirigidas principalmente a la infraestructura eléctrica que alimenta a todo el municipio de Cajibío y su zona rural en las veredas Rosario, Pedregosa, Carmelo; problemática que hoy se extiende hasta las veredas La Rejoya, La Violeta, 13 de Octubre y Villanueva en zona rural de Popayán. La Compañía reitera que cuenta con la capacidad técnica y el recurso humano para garantizar la prestación del servicio público domiciliario, no obstante, bajo ninguna circunstancia expondrá la vida de su personal y atenderá la contingencia una vez existan condiciones de seguridad que permitan el actuar seguro en la zona; adicionalmente, CEO comunica a la opinión pública que no se hará responsable de las consecuencias que puedan desencadenarse por el comportamiento de un pequeño grupo de personas que insiste en vandalizar la infraestructura eléctrica, acciones que pueden afectar incluso su integridad y que impactan injustamente la prestación del servicio a un importante número de clientes en la zona .