Unidad para las Víctimas activa piloto para acelerar reparación de cuatro resguardos en norte del Cauca

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En un encuentro en la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), en Santander de Quilichao, Cauca, inició la ruta de reparación colectiva de los resguardos indígenas Nasa de Guadualito y La Concepción (ubicados en Santander de Quilichao); Cerro Tijeras (Suárez) y Las Delicias (Buenos Aires).Allí tuvo lugar la fase de alistamiento, la primera etapa de la ruta. Al espacio asistieron las y los integrantes de cada una de las comunidades indígenas para conocer en detalle en qué consiste y los pasos que siguen en el proceso de reparación colectiva que, en este caso, se adelanta mediante una estrategia piloto de agrupamiento con la que se espera acelerar los procesos de formulación de los Planes Integrales de Reparación Colectiva (PIRC).La estrategia, que se planteó mediante una alianza entre la Unidad para las Víctimas y la Fundación Paz y Reconciliación (PARES), consiste en trabajar de forma conjunta con ACIN, teniendo en cuenta que se trata de una asociación indígena con incidencia territorial que dinamizará los procesos de reparación de las cuatro comunidades. De la estrategia también hace parte la Oficina de la Región Andina de la Fundación Ford, que apoya económicamente las primeras etapas de la ruta.ACIN, creada en 1994, es una organización con amplio reconocimiento regional y experiencia en procesos comunitarios, por lo que se espera que los resultados de este ejercicio consoliden una nueva forma de plantear este tipo de rutas y contribuya a orientar los procesos posteriores con otros Sujetos de Reparación Colectiva (SRC). Desde la Unidad para las Víctimas se espera adelantar procesos con otras comunidades étnicas con rezagos históricos en materia de atención y reparación, como el resguardo Nukak en el Guaviare, sujetos étnicos en la costa Pacífica, la costa Caribe y el Amazonas, entre otras.A la jornada de alistamiento asistieron también delegaciones del Ministerio del Interior, la Gobernación del Cauca, la Unidad de Restitución de Tierras, las alcaldías de los tres municipios del norte del Cauca, y sus personeros. Durante las intervenciones de las y los mayores de cada resguardo se resaltó la necesidad de que durante la reivindicación de derechos se respete e integren las prácticas culturales de la comunidad. Así lo manifestó Melba Güetio, del resguardo Cerro Tijeras, quien mencionó que es fundamental para la reparación integral y efectiva que se respeten sus costumbres y saberes ancestrales.”Necesitamos un centro de salud bien dotado. Pero es todo lo que se llega de afuera, prácticamente es una imposición y no se tiene en cuenta las prácticas culturales de las comunidades”, mencionó la lideresa de Cerro Tijeras, quien además señaló que el desplazamiento ha causado una pérdida significativa en la cultura e identidad de las comunidades, especialmente en los jóvenes que pierden su idioma y costumbres. “Mis hijos salieron conmigo, sufrieron un desarraigo cultural en el que perdieron su idioma propio y mucho de nuestra cultura Nasa. ¿Eso cómo lo van a reparar?”, cuestionó.Sobre otro derecho como la educación, Ana Gilles, del resguardo Las Delicias, mencionó su preocupación de que el ideal de la comunidad es que no venga del Gobierno ni de fuentes externas. “La educación proviene de la tulpa, de nuestras propias raíces y tradiciones, especialmente para nosotros como indígenas. Nuestra estructura educativa debe basarse en lo propio”, destacó.

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