Tras el atentado ocurrido el pasado lunes 20 de enero, que dejó un enorme boquete en el puente de Portugal, las comunidades del sector cordillerano lograron restablecer el tránsito de forma provisional.
El viaducto, vital para conectar la región de la cordillera Patía, quedó inutilizable, obligando a los transportadores y motociclistas a recurrir a rutas alternas como La Fonda – Olaya Balboa – El Estrecho, lo que aumentó significativamente los costos y tiempos de viaje.
En un esfuerzo colectivo, los habitantes de la zona rellenaron el socavón con tierra, logrando habilitar nuevamente el paso, aunque de manera limitada. Un letrero colocado en el lugar advierte que solo pueden transitar vehículos livianos, medida adoptada para prevenir accidentes.
La comunidad ahora aguarda la intervención de las autoridades competentes, quienes enviarán una comisión técnica para evaluar el estado estructural del puente y determinar las reparaciones necesarias para garantizar la seguridad de los usuarios.