En el juicio que se adelanta contra Francisco y Catalina Uribe Noguera, hermanos del asesino y violador de la pequeña Yuliana Samboní, un investigador del caso insistió en la prueba que los mantiene en líos con la justicia.
Así lo explicó el investigador Pedro Eduardo Bautista, al señalar que la evidencia demostró cómo al menos 39 mensajes de texto y voz fueron eliminados de forma premeditada y con la única intención de desviar la investigación.
Con el apoyo de la Agencia ICE de Estados Unidos la Fiscalía recuperó algunas conversaciones entre los familiares de Rafael Uribe Noguera:
Catalina: “Ya llegué, por dónde entro?”.
Catalina: “Rece para que pase”.
Francisco: “Sí”.
En otra conversación se lee el nombre de María Isabel Noguera, la madre del confeso asesino y su hermana Catalina.
Catalina: “Él se quiere morir mami”.
Catalina: “Ya le dije”.
Catalina: “Ya le dije”.
Catalina: “No sé qué hacer para ayudarlo”.
María Isabel Noguera: “Déjalo”.
Catalina: “Sí pero acá no lo dejan”.
Catalina: “Lo obligaron a tomarse unas pastillas para el corazón”.
Catalina y Francisco responden por los delitos de encubrimiento, favorecimiento y ocultamiento de información.