Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda entre septiembre de 2012 y agosto de 2018, se refirió a la afirmación del gerente del Banco de la República de que la economía del país se estancó.
Según Cárdenas, esa declaración no es precisa: “La economía no está estancada. Está creciendo. Lo que pasa es que está creciendo poco, menos de lo que se esperaba y menos de lo que se necesita”, dijo el exfuncionario, este lunes, en Voces RCN.
Para el exministro, más que debatir si la economía está parada o no, lo que se debe hacer es toma medidas. Además, dijo que el crecimiento económico del primer trimestre fue mediocre: “El debate no es si se paró o no se paró, sino que el crecimiento del primer trimestre fue mediocre, desde todo punto de vista”.
“Entonces, quizás la palabra estancamiento resultó desafortunada, pero hay un llamado de atención y hay un problema, y creo que el gerente del Banco de la República hizo lo correcto al plantear el debate”, añadió.
La economía está decepcionando. El resultado fue mucho menos satisfactorio de lo que se esperaba. Realmente hay que advertir que hay que hacer cosas. Hay que enderezar el rumbo. Hay que tomar medidas”, indicó Cárdenas.
“No podemos sentirnos satisfechos con ese resultado del primer trimestre y ahí es donde viene el verdadero debate: ¿qué pasó, por qué, qué se puede hacer hacia adelante, cómo se pueden mejorar las cosas?”, planteó el exministro.
Según él, lo que ha pasado es que el Centro Democrático se equivocó, en el inicio del gobierno de Iván Duque, al decir que el país estaba en crisis, y que eso le ha jugado en contra a la economía.
“Al partido del Gobierno más que al propio Gobierno le salió muy mal la jugada de llegar, desde el 7 de agosto de 2018, a hablar de que la economía colombiana estaba en crisis, que el país estaba quebrado, que la situación económica era muy mala. Todo eso era falso“, dijo Cárdenas.
“Al haber hecho tanto eco de ese argumento, de que el país estaba quebrado, y que no era cierto, porque los mismos empresarios se lo decían a uno (…), ese discurso se convirtió en una especie de profecía autocumplida: se empieza a hablar de que el país está quebrado, que el país está muy mal, y eso acabó afectando la confianza y sobre todo la de los consumidores, que es la que más pesa en una economía”, explicó el exfuncionario.
“Perder la confianza de los consumidores hace un daño tremendo, porque eso frena el consumo, frena la economía. Creo que lo que se vio es que esa estrategia, que era más política que económica (…), se devolvió con mucha venganza y cobró un precio muy alto al tener resultado pobre en materia de consumo y de crecimiento del primer trimestre”, concluyó.