Una gigantesca operación contra la minería ilegal a cargo de los grupos armados ilegales disidencias de las farc en todo el cañón del Micay. La acción resultó en la destrucción de varias máquinas y motores industriales utilizados para esta actividad criminal, pero el daño ambiental provocado por las disidencias en la zona es prácticamente irreversible. En el imponente Cañón del Micay, corazón del departamento del Cauca, la herencia criminal de las disidencias de las Farc ha dejado una marca devastadora.
Comunidades locales imploran el fin de esta minería ilegal, ya que está contaminando el único afluente hídrico que tiene el municipio de Argelia: el río San Juan de Micay. La contaminación con mercurio es alarmante, y las autoridades han identificado varios puntos que requieren intervención. Sin embargo, la atención principal se centró en este lugar específico, donde las imágenes del avión fantasma de la fuerza aeroespacial colombiana advirtieron sobre un enclave minero ilegal.
La operación logró afectar las finanzas de la estructura liderada por Jaime Martínez, de las disidencias, quienes se lucran extorsionando a los mineros ilegales de la zona. Hombres del Ejército y la Policía de cinco regiones del país participaron en esta macro operación calificada como riesgosa. Imágenes de inteligencia previas advirtieron la presencia de hombres armados en la zona. Mientras los policías controlaban la asonada, rápidamente instalaban las cargas para iniciar la destrucción. En medio de la atención, los lugareños se lanzaron a un lago para proteger una de las máquinas. Luego, los helicópteros realizaron una batalla que parece no tener fin.
Se conoció que estas unidades de producción minera liberan aproximadamente 32 gramos de mercurio de manera mensual, según Naciones Unidas, contribuyendo a una huella imborrable en las selvas del país. Más del 70% de la minería de oro de aluvión en Colombia se estima que es ilegal, dejando consecuencias devastadoras en las selvas y ecosistemas nacionales.