Factores como un fenómeno del Niño intenso, la volatilidad en la tasa de cambio, el incremento de 6% del salario mínimo, aumentos adicionales en el precio de los combustibles y los cambios en materia tributaria tras la aprobación de la Ley de Financiamiento podrían presionar al alza la inflación en este 2019.
De acuerdo con diferentes analistas nacionales e internacionales, esta situación podría alejar al IPC, que en 2018 cerró con un incremento anual de 3,18% frente a 4,09% registrado un año anterior, de su rango meta de 3%, sobre todo, en los primeros meses del año.
“El mapa de riesgos que existe podría llevar a que la inflación tenga presiones fuertes en la primera parte del año, sin que al cierre se incumpla con el objetivo de política”, advierte un informe de la comisionista Alianza Valores, en el que se espera que la inflación total finalice el año en 3,85% y que el Banco de la República efectué un alza de entre 75 y 100 puntos básicos en su tasa de interés hasta llevarla a entre 5,00% y 5,25%.
En concreto, el Grupo Bancolombia anticipa una aceleración de la inflación de hasta 3,81% en marzo y, además, también advierte que habrá que tener en cuenta los cambios de la nueva canasta familiar para el cálculo del IPC que presentó el Dane.
“Dado el comportamiento previsto de los diferentes rubros para 2019, estimamos que el uso de la nueva base podría reducir la inflación anual en cinco pbs. Además, la volatilidad de la inflación se disminuiría en 10 pbs”, indica el informe de la entidad bancaria.
En esa misma opinión coinciden los analistas de Banco de Bogotá que también proyectan que los ajustes metodológicos del IPC tendrían un impacto de corto plazo (cinco puntos básicos). Además, indican que los riesgos para este año siguen contenidos, sobre todo, porque los indexados continuarán con un buen comportamiento.
Sobre este tema, el equipo de la comisionista Ultraserfinco indica que el cambio metodológico podría tener un efecto limitado sobre la inflación; sin embargo, alerta de que una mayor ponderación hacia determinados rubros como el alojamiento, el agua, la electricidad y los combustibles podría generar presiones al alza.
En esta nueva canasta, los grupos de gasto pasarán de nueve a 12 divisiones. Además, habrá un total de 443 productos. Entre los que se empezarán a contabilizar destacan algunos como el casco para las motocicletas, los collares y jaulas para las mascotas o los servicios de streaming como Netflix y entre los que salen se encuentran el arroz para la sopa, la impresión de fotografías y la cera para los pisos.
En concreto, el banco francés BNP Paribas indica en un informe que la reciente depreciación en el tipo de cambio podría ejercer presión sobre los precios de los bienes transables. Igualmente, resalta que con la caída de la propuesta de extender el IVA de 53% a 80% de los productos de la canasta familiar en el proyecto de ley de financiamiento se disiparon un poco los riesgos inflacionarios.
Respecto a este tema, Banco de Bogotá espera que el impacto sea modesto, de entre 10 y 20 puntos básicos, debido a que el ajuste de impuestos se centró en su mayor medida en el cambio del IVA monofásico al plurifásico en las gaseosas y cervezas.