a Corte de Apelaciones de Quebec confirmó en las últimas la histórica condena contra tres fabricantes de cigarrillos, que deberán pagar más de 15.000 millones de dólares canadienses en daños a decenas de miles de víctimas del tabaco en Quebec.
Las tres multinacionales condenadas -British American Tobacco (BAT) a través de su filial canadiense Imperial Tobacco Canada, Rothmans Benson & Hedges y Japan Tobacco International- tienen un mes para presentar un posible recurso ante la Corte Suprema de Canadá.
En un juicio considerado histórico en junio de 2015, el Tribunal Superior de Quebec condenó a los tres fabricantes a pagar 15.500 millones de dólares canadienses (unos 11.600 millones de dólares estadounidenses) por daños a las víctimas fumadoras o exfumadoras con enfisema, cáncer de pulmón o cáncer de garganta.
Se espera que esta cantidad aumente a más de 17.000 millones en 2019, según informes de los medios.
El tribunal de Montreal recibió dos demandas iniciadas en 1998 y que representaban a más de un millón de quebequenses, algunos de los cuales habían fumado desde la década de 1960. El juicio no se abrió hasta marzo de 2012.
“Estamos decepcionados con la decisión que se tomó hoy”, dijo un portavoz de Imperial Tobacco, Eric Gagnon, frente a los reporteros. “Como ha demostrado el juicio de primera instancia, se ha señalado que los consumidores y los riesgos asociados con fumar son conocidos en Canadá y que no debemos ser responsables”.
A la inversa, los abogados de los demandantes acogieron con satisfacción la decisión “histórica” de la corte, calificándola de “obra maestra.
“La sentencia toma las conclusiones de la primera instancia, las consolida y confirma que las empresas han conspirado durante 50 años para mentir al público”, dijo el abogado André L’Espérance.
“Es una victoria total, en todos los frentes”, dijo su colega Philippe Trudel.
El juez de primera instancia determinó cuatro cargos principales contra las tres multinacionales, incluidas las violaciones del “deber general de no causar daño a los demás” y el deber “de informar a los clientes sobre los riesgos de sus productos”.
“En los casi cincuenta años del período cubierto, y durante los próximos diecisiete años, las corporaciones han ganado miles de millones de dólares a expensas de los pulmones, la garganta y el bienestar general de sus clientes”, dijo el magistrado en un dictamen de 276 páginas.