Nicolás Maduro informó que el general en jefe Gustavo González López regresó a liderar el Servicio de Inteligencia (Sebin) sin ofrecer detalles sobre el destino de quien hasta ese momento ejerció como director de este cuerpo, el general Manuel Ricardo Cristopher Figuera.
González López fue separado del cargo de director del Sebin en octubre pasado por un incidente que pudo “comprometer la seguridad” de Maduro, según el Gobierno. No obstante, su salida se dio tan pronto se supo de la muerte en la cárcel de El Helicoide del concejal opositor, Fernando Albán.
Algunos medios venezolanos aseguraron que Cristopher Figuera es uno de los militares que se unió a Juan Guaidó en el inicio de la llamada “Operación Libertad” y el levantamiento militar y por el que ya la Fiscalía ha iniciado investigaciones.
Según el presidente de la Comisión de Soberanía e Integridad Territorial de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Gerardo Márquez, “el general de división Manuel Christopher Figuera es el que prácticamente dirige la operación. Está huyendo y seguramente en las próximas horas será capturado igual que todo aquel que haya intentado violentar el Estado de derecho y la Constitución“, aseguró Márquez en diálogo con Unión Radio.
Pero el general hizo llegar a los medios de comunicación una carta en la que explica que aunque siempre ha reconocido a Nicolás Maduro como su comandante en jefe, ya no le es posible culpar al “imperio estadounidense” de la crisis del país.
A continuación, la carta del general Manuel Ricardo Cristopher Figuera:
“Al pueblo de Venezuela:
Deseo dejar claro que siempre he reconocido al presidente Nicolás Maduro Moros, como tal y como mi Comandante en Jefe. No obstante, para nadie es secreto el estado de deterioro en todos los órdenes, en el que está sumergida la Patria y, sería irresponsable de mi parte culpar de ello sólo al imperio norteamericano.
Acaso la desinversión en mantenimiento industrial, en educación en salud y en otros aspectos sensibles de la vida diaria, así como la corrupción desproporcionada que padece el país y, que muchos servidores públicos de alto nivel practican como deporte, es culpa también del imperio?
Hay quienes se han atrevido a llamarme traidor o vendido; pues, a ellos les digo que muy poco me conocen, porque tengo un alto sentido de la lealtad que juré a mi Patria y sus instituciones; la Patria que una parranda de pillos y bribones están saqueando y, sus instituciones que, salvo la FANB, han convertido en despojos.
Sepan algunos de los que me han llamado vendido, que todos juntos, ni que junten todo lo que se han robado y lo que sueñan con robarse, les es suficientemente para comprar mi honor y mi dignidad, porque eso es valor, no precio; y los valores son universales en todas las culturas de la tierra y no se compran ni se venden.
Mi Comandante en Jefe, mi solidaridad con esa muchachada que sueña una Venezuela como la que está dibujada en la Ley del Plan de la Patria; también es por usted. Pero fue muy alto el precio y lo asumo con dignidad, esas cosas seguirán ocurriendo usted no merece tanta traición.
Mi Comandante en Jefe, cuando le entregué el escrito al que me refería a la Batalla de Santa Inés, lo hice porque descubrí que muchas personas de su confianza, estaban negociando a sus espaldas, al menos eso creo; pero no negociaban por el bien mayor del país. Lo hacían por sus propios y mezquinos intereses.
Lo sensible de esa situación, me llevó a plantearle una acción política en la que usted colocara la agenda. También se han atrevido a llamarme cobarde, pero algunos de ellos no tuvieron la valentía de serles sinceros. Ellos saben quienes son.
Muchos forman parte de una Cooperativa, una Sociedad de Cómplices.
A mis compañeros de armas del Alto Mando, todos mis superiores, algunos alcanzaron a decirme que ése no era el método ni el modo, es verdad, coloquen ustedes el método y busquen el modo. Pero hay que reconstruir el país y reordenar el Estado. Pero no negociando a escondidas y a espaldas del Presidente y del pueblo; nuestra sociedad está saturada de militares y nuestra prestancia se ha desdibujado.
En nuestra amada Patria cabemos todos, pero creo que llegó la hora de buscar otras formas de hacer Política, de construir la Patria que merecen nuestros hijos y nietos, una Patria más vivible, una Sociedad más justa y llena de valores sublimes.
Mi Comandante en Jefe, lo sigo reconociendo y, puedo mirarlo a usted y al Alto Mando Militar, a los ojos, pero algunos de ellos no serán capaces de sostener la mirada.
No se puede vivir en la miseria en un país tan rico, esta generación que está en la infancia, crecerá con las falencias que produce la mala alimentación y ese daño es irreversible.
A las personas que desde sus perspectivas hacen vida política en desacuerdo con el Gobierno Nacional, entren en acato y legislen, dejen de ser otro cascarón vacío que nada aporta a la sociedad y al país, del poder judicial no voy a decir nada, para ver de que tamaño es la dignidad de quienes lo conforman.
Sepan todas y todos que, para mí la lealtad es como el oxígeno, no tiene sustitutos!
Pero dejemos de utilizar el nombre de Chávez en vano o para jugosos negocios.
Para todos llegó la hora de la Patria que hoy está exangüe.
No más traiciones;
Por la Patria y para siempre!
Manuel Ricardo Cristopher Figuera, V-8.375.799
Soldado de mi Patria”