El doloroso lamento del hijo de María del Pilar Hurtado, asesinada por sicarios motorizados en Tierralta (Córdoba), el viernes pasado, dejó consternado al país. El niño huérfano reveló en pocos segundos el drama humano que se vive en el país en la disputa de tierras, principal causa del conflicto armado colombiano.
Aunque el video que recorrió redes sociales solo mostró a uno de los hijos de Hurtado, son cuatro los huérfanos (de 14, 12 y 5 años), que fueron llevados, junto al féretro de su madre, a Puerto Tejada, en el norte del Cauca, donde quedarán al cuidado de familiares, indicó el ICBF. El sepelio se realizará hoy a las 3:00 p.m.
La disputa por la tierra
Hacía cuatro años, Hurtado había llegado a Tierralta, desde Cauca, cansada de la violencia que se vivía en su tierra natal, para buscar cobijo para su familia en un nuevo asentamiento que se construía en un lote en desuso. Allí se dedicó al reciclaje como modo de subsistencia.
Muy pronto asumió el liderazgo entre los invasores, quienes buscaban soluciones para no ser desalojados de la tierra a la que se aferraban.
Contra ella y otros habitantes del asentamiento llegaron amenazas a título del las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como se denomina el Clan del Golfo. Otros habitantes de la invasión habían sido asesinados, reportó la Fundación Social Cordoberxia, y el viernes esas amenazas se concretaron.
De acuerdo con el ministro de Defensa, Guillermo Botero, todavía no se ha determinado con certeza el autor del crimen.
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