Los coletazos del rifirrafe en la guerra comercial entre China y Estados Unidos siguen teniendo efectos sobre la economía mundial. La respuesta por parte de China de dejar caer el yuan hasta su nivel más bajo en más de 10 años sacudió a los mercados del mundo, y dejó a las bolsas de América Latina como las más afectadas.
Según reportó Bloomberg, el peso colombiano y el chileno fueron los que mostraron el mayor debilitamiento en sus niveles de ayer. El peso colombiano, por ejemplo, bajó a un nivel histórico de $3.480,69 por dólar y el chileno tuvo un retroceso de 1%; con esto, llegó a 1,5% de su punto más bajo en más de tres años.
Al analizar el comportamiento de las monedas emergentes en lo corrido de un año, el peso colombiano ocupa el segundo lugar entre las más desvalorizadas. Una caída de 16,06% es lo que hizo que la denominación local estuviera entre las de peor comportamiento.
El peso argentino es el que lidera este ranking entre 24 monedas emergentes, con una caída de 39,86% en un año, mientras que el peso chileno ocupa el tercer lugar con una desvalorización de 10,26%.
Dentro de las monedas que tuvieron una mayor valorización en este periodo de tiempo, el baht tailandés lleva la delantera con un crecimiento de 8,21%, seguido por el peso filipino con 2,07%, la rupia indonesia con 1,58%, y finalmente el dólar de Hong Kong con un alza de 0,06%, lo únicos con un comportamiento positivo dentro de las 24 emergentes.
Andrés Moreno, analista bursátil, explicó que “claramente los países emergentes se ven muy afectados cuando hay una guerra comercial o algún mercado grande tiene alguna afectación. Si Estados Unidos tose, a varios países emergentes les da pulmonía. Cada país tiene componentes particulares en su moneda, algunos han venido a estos países y hasta han hecho inversión directas”.
No obstante, aclaró que esta situación no es del todo negativa para Colombia. “Increíblemente para el país, la devaluación es positiva. La deuda externa se sube y hay que pagar más intereses, pero los ingresos por petróleo que entran con un dólar tan alto, compensan sobradamente la devaluación. No obstante, cada mercado tiene condiciones diferentes”.
Otras divisas emergentes como el won surcoreano, el peso mexicano, el real brasileño, el forínt húngaro, el lei rumano y la lira turca, tampoco se salvaron de una actividad negativa durante el último año, pues tuvieron desvalorizaciones de 7,49%; 5,71%; 5,65%; 5,06% y 4,89%, respectivamente.
Se debe tener en cuenta que, según información de Bloomberg, el yuan retrocedió ayer 1,4% y perforó la barrera de siete unidades por dólar por primera vez en más de una década. Esto, luego de dos días de rangos de cotización más débiles de lo previsto establecidos por el Banco Popular de China, como reacción a la intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Como expresó Camilo Pérez, economista jefe del Banco de Bogotá a Reuters, “la gran mayoría de las monedas del mundo están reaccionando ante ese episodio de aversión global al riesgo”. El analista agregó que “en el caso del peso colombiano, debemos ser la peor moneda del mundo, la mayor vulnerabilidad en las cuentas externas hace que nos veamos así”.
Por esta razón, los inversionistas en el mundo están haciendo un volcamiento importante en donde ponen sus inversiones. El oro, las monedas duras y bonos soberanos son la primera salida.
Una depreciación de su moneda, para ser más competitivos, ha hecho que para Moreno, China se convierta en uno de los mercados a los que Colombia mira para ser un aliado estratégico.