Por: Portalempresarial.org
Cuando surge una pandemia como la que estamos viviendo hoy en día la economía sufre algunos desequilibrios a pesar de que no son los mismos en todos los países sí causan impactos por las necesidades que se tienen en el sistema de salud, los cierres de empresas, comercios, escuelas entre otros lugares y una reducción en la producción. Aunque es cierto que, en este momento, a diferencia de otros períodos de la historia, muchos sectores han podido seguir siendo productivos gracias a mecanismos como el teletrabajo y los pedidos a domicilio, evitando parar totalmente.
Según un reciente estudio publicado por la Reserva Federal de San Francisco una vez superada la crisis transitoria que causa una pandemia, la situación es demoledora para los tipos de intereses que terminan por los suelos, el estudio explica que entre 10 y 20 años se producen desviaciones en los tipos de interés. En este tipo de crisis la necesidad de invertir se ve disminuida por la falta de mano de obra y por otro lado se produce un shock en el ahorro. Durante los siguientes años dicha tasa de ahorro sube a medida que surgen nuevos motivos de precaución o simplemente para reemplazar la riqueza perdida que fue utilizada en la cumbre de la pandemia.
Enfermedades y Economía en la Historia
Los libros de historia pueden ayudarnos a considerar los efectos económicos de las emergencias de salud pública y cómo manejarlos mejor, aunque hay que recordar que las pandemias pasadas han tenido una tasa de mortalidad mucho más alta que el coronavirus y además en contextos sociales totalmente distintos.
La Peste Negra: Sin duda la peste negra fue la que mayor tasa de mortalidad ha causado en la historia, duró desde 1348 hasta 1350, y terminó con la vida de entre 75 millones y 200 millones de personas en todo el mundo y quizás con la mitad de la población de Inglaterra.
Para estas fechas Inglaterra sufría de una sobrepoblación, pero al acabar la peste se empezaron a vislumbrar nuevas relaciones entre el trabajo y la economía, por ejemplo, la escasez de mano de obra propició un aumento de los salarios diarios de los trabajadores, ya que estos pudieron ofrecerse al mejor postor. Se trató de manejar la economía, colocando nuevas leyes laborales, los salarios aumentaron, el manejo de la tierra cambió por parte de los propietarios, hubo migración del campo a la ciudad y una nueva clase media.
El Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, por sus siglas en inglés): Apareció por primera vez en el año 2003 en el continente asiático, afectando además a más de 20 países en Norteamérica, Suramérica y Europa. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hubo 8.098 personas contagiadas, de las cuales 774 murieron a causa de la enfermedad.
El impacto que tuvo el SARS en la economía mundial, representó una contracción del Producto Interno bruto (PIB) del 0,1 %. Los costos globales de esta epidemia en este periodo fueron de $40.000 millones, según datos del diario El País. Los sectores del turismo, hotelería y el transporte fueron los más afectados en el continente asiático.
H1N1: Este virus también fue llamado “Fiebre porcina” y apareció por primera vez en Estados Unidos en el año 2009, pero se propagó rápidamente por todo el mundo. Este virus tenía la combinación de distintos genes de virus de influenza que nunca antes se habían identificado en personas o animales.
La OMS indica que los fallecidos en el mundo por este virus fueron de 18.641 aunque este número pudo haber sido mucho más alto, incluso hasta cifras 10 veces mayores. Para este momento la economía más afectada fue la del cono sur, se estima que las pérdidas económicas oscilaron entre el 0,5% y el 1,5% del PIB en los países afectados, con unos costos de 50 000 Millones de dólares.
Ébola: Esta enfermedad inició en el continente africano, países como Nigeria, Malí, Senegal, la República Democrática del Congo, Sierra Leona, Liberia y Guinea, fueron los más afectados. La cifra de infectados fue de 28.610 y de 11.308 fallecidos entre el 2014 y 2016 en el mundo. También hubo contagios en Estados Unidos, España, Reino Unido e Italia.
Los países infectados empezaron a discutir y contemplar estrategias para responder a la crisis humanitaria y la crisis económica. Se estima que los costos para la recuperación para Liberia, Sierra Leona y Guinea fue de $812 millones, $844 millones y $2.89 billones, respectivamente y con pérdidas de 53.000 millones de dólares.
Sin duda, en medio de esta crisis habrá ganadores y perdedores económicos, pero con las medidas adecuadas y la colaboración entre el Estado y las empresas se logrará mitigar el impacto, debemos aprender de los acontecimientos anteriores y también de los actuales y con esto lograr tener un plan de contingencia para poder manejar de manera adecuada la situación, este es el momento para que las empresas creen planes de acción para el futuro con eso juntos podemos hacer parte de la solución.