En un comunicado, la iglesia católica citó la encíclica del papa Francisco, en la que manifiesta que el diálogo “es el camino más adecuado para llegar a reconocer aquello que debe ser siempre afirmado y respetado y que está más allá del consenso circunstancial”.
Así mismo pidió garantizar el derecho a la protesta de esta comunidad: “busquemos que se defienda la determinación de los participantes en la minga para que las marchas y manifestaciones se realicen en forma pacífica, evitando que se desvíen sus legítimos propósitos o que degeneren en hechos de violencia”, añade la Conferencia Episcopal.
En el comunicado, los obispos aseguran que las comunidades indígenas y afrocolombianas “no son tratadas con dignidad e igualdad de condiciones y no siempre han encontrado espacios para expresar la riqueza de su cultura y la sabiduría de su identidad”.
Finalmente, la iglesia se comprometió a crear conciencia colectiva frente a las necesidades de los pueblos indígenas, sus reclamos y peticiones, así como la necesidad de garantizar el ejercicio de sus derechos individuales y colectivos.