Varias denuncias han surgido en la capital del Cauca que hacen referencia al acaparamiento y especulación de combustible, que por el cierre de las vías nacionales no ha podido llegar a las estaciones de servicio.
En ese sentido se ha pedido a las autoridades ejercer control en ventas clandestinas, donde el precio de un galón de gasolina supera los 30 mil pesos.
Algunos ciudadanos que además de pagar un valor más alto por el combustible, también corren el riesgo que la gasolina que les venden venga rebajada con agua u otros químicos para hacerla rendir para benéfico económico de los expendedores ilegales.