El presidente Duque condenó el atentado contra la Policía en Cali y ratificó su posición de no dialogar con el ELN.
Señaló que los crímenes cometidos contra 29 campesinos en Arauca y el explosivo que lanzaron contra un camión con oficiales del ESMAD en Puerto Rellena, lugar típico y de resistencia en las protestas del frente “primera línea” en la capital del Valle, son una afrenta a la vida y la paz de los colombianos y una manifestación de violencia y crimen sin ninguna justificación.
Duque ratificó la oferta de una millonaria recompensa para quien de información sobre los responsables que desde un carro en marcha lanzaron el explosivo que dejó más de 10 policías heridos en la noche del viernes.
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