Dos días después de que Darcy, una Pastor Belga Malinois especialmente entrenada por la Fiscalía General de la Nación encontrara los restos de Consuelo Largo, víctima mortal del derrumbe ocurrido en Pereira el pasado miércoles, 8 de febrero; Sasha, una canina de la misma raza, encontró el cadáver de Frankyn Estiven Velásquez, hijo de Consuelo.
La persistencia de Sasha, que desde el jueves rondaba con insistencia una enorme roca de más de 20 toneladas de peso, llamó la atención de sus guías caninos, Héctor Antonio García Rinco y Yovany Vélez Valencia.
La señal por parte de Sasha fue clara. Bajo la roca se encontraba un cuerpo.
Ante la certeza de que ya no había sobrevivientes en el sector, expertos con ayuda de tecnología de punta taladraron la mole generando una inmensa fisura. Metros abajo de la base quebrada encontraron el cuerpo sin vida del joven, a cinco metros del lugar en que fue hallado el cadáver de su madre.
Las labores de búsqueda cumplidas por estos caninos permitieron encontrar varios de los desaparecidos y con ello ayudar a los familiares, tras el desastre natural provocado por las lluvias que arrancaron un pedazo de montaña que sepultó varias casas ubicadas en la ribera del Rio Otún, en el Barrio La Esneda, dejando 17 víctimas fatales a su paso.
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