En la última semana los gremios de los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, así como la gobernadora vallecaucana, Clara Luz Roldán, hicieron llamados al gobierno nacional ante el creciente problema de inseguridad y violencia en estos dos departamentos.
Los problemas no son pocos. Los combates entre grupos armados ilegales, especialmente disidencias de la Farc y ELN, que se disputan el control de los negocios ilícitos en el Cauca, se han vuelto paisaje, y mientras cientos de familias de las zonas rurales huyen.
A esto se suman los reiterados ataques contra los trabajadores de la agroindustria de la caña por parte de invasores de tierras, que ya ha cobrado varias vidas.
En todos los casos anteriormente citados la intervención del gobierno nacional y de la fuerza pública ha sido mínima, pues la propuesta de “paz total” del presidente Gustavo Petro y su política de “seguridad humanitaria” tienen maniatadas a las fuerzas militares, lo mismo que a la Policía, frente a las grandes estructuras del crimen.