Para el Comité Internacional de la Cruz Roja, en el suroccidente de Colombia hubo un incremento enel número de víctimas por el conflicto armado y en especial en los departamentos de Cauca, Nariño y Valle del Cauca, aunque en otras regiones del país en el 2023 las consecuencias humanitarias disminuyeron.
Durante el informe que se acaba de presentar en Bogotá y que la próxima semana se hará en Popayán, se conoce que en los tres departamentos del suroccidente del país, existe un impacto directo de los ocho conflictos armados clasificados por el CICR, que sumado a la complejidad del contexto local y a las disputas territoriales entre los diversos actores armados provocan la agudización del sufrimiento de la población civil. Se exterioriza que es la región con el mayor número de víctimas por desplazamiento, confinamiento, afectación por artefactos explosivos y desaparición de personas. “Las consecuencias humanitarias son devastadoras y han dejado profundas heridas físicas y emocionales en varias generaciones.
Por eso insistimos a las partes en conflicto en la importancia del cumplimiento del derecho internacional humanitario. El respeto de estas normas significa mucho para las personas afectadas por los conflictos armados, pues ayudaría a aliviar su sufrimiento”, afirma Juan Carlos Carrera, jefe de la Subdelegación del CICR en Cali.
Cauca es hoy el segundo departamento en Colombia más afectado por artefactos explosivos después de Nariño con 81 víctimas, en su mayoría por artefactos lanzados y de detonación controlada, según el informe del Comité Internacional de la Cruz Roja. Más adelante, señala que con respecto a los desplazamientos individuales, Valle del Cauca es el departamento con mayor número de registros a nivel nacional, con 24.478 personas desplazadas.
En el caso de Cauca hubo un incremento del 53% en el número de desplazamientos individuales con respecto al año anterior. Pasó de 8.611 personas reportadas en 2022 a 13.220 en 2023. Este no fue el único incremento de las consecuencias humanitarias en Cauca el año pasado. Los desplazamientos masivos aumentaron en un 30% con respecto a 2022 y la población afectada por el confinamiento también creció en un 148%. Pasó de 1.615 personas afectadas en 2022 a 4.000 en 2023.
Así mismo, es el segundo departamento con más casos de personas desaparecidas, de acuerdo con los 29 hechos que el CICR documentó. Más adelante, se sostiene que el año pasado hubo nueve asesinatos del personal sanitario a nivel nacional, entre ellos a cinco sanadores tradicionales en Cauca y Valle del Cauca. “Estas pérdidas no solo despojan a las poblaciones indígenas y afrodescendientes de sus conocimientos ancestrales, sino que también ponen en riesgo la supervivencia de estas comunidades.
Por eso hacemos un llamado a respetar la vida e integridad de quienes brindan asistencia en salud, considerando a los sanadores tradicionales, quienes también están protegidos por el DIH”, agrega Juan Carlos Carrera.
Llamar (2) 824 12 87
radio1040@gmail.com