Tras la huelga de hambre en la que está la comunidad reclusa de varios pabellones de la Cárcel San Isidro de Popayán, desde hace aproximadamente 48 horas, se supo en la tarde de este jueves que los internos se empezaron a coser la boca, mientras que otros han sufrido desmayo, toda vez que lo único que han ingerido hasta el momento es agua.
Los más de mil reclusos que se hallan en la protesta esperan atención inmediata de entidades defensoras de derechos humanos como la Defensoría del Pueblo y Personería Municipal. Lo que denuncian los internos es trato inhumano en materia de alimentación, debido a la disminución en la cantidad de cada una de las raciones, entrega de alimentos descompuestos y comidas a deshoras.
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