Dos islas conectadas por una etapa del Tour es algo inédito en la historia de un pelotón que se expone a no llegar de una pieza a Saint-Martin-de-Ré. Esta escapada al mar estará trufada aquí y allá de fortificaciones del ingeniero Vauban en Royan, Rochefort o La Rochelle, pero sobre todo se tratará de una ruta predominantemente costera, con un recorrido por las marismas muy propenso al viento cruzado y los abanicos en el pelotón.