La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) en Colombia alertó del confinamiento de 2.778 personas en el departamento del Chocó por combates entre dos grupos armados ilegales.
La entidad detalló en un comunicado que desde marzo pasado nueve comunidades indígenas y afrodescendientes del municipio de Bojayá se han visto afectadas por los enfrentamientos entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo, la mayor banda narcotraficante de origen paramilitar.
“A partir de una misión de verificación y seguimiento liderada por la Defensoría del Pueblo y la Diócesis de Quibdó (…) se evidencia la agudización de la crisis humanitaria en los territorios que habitan las comunidades afectadas”, agregaron en el documento.
Bojayá es recordada por la masacre perpetrada el 2 de mayo de 2002 cuando más de 90 civiles murieron dentro de la iglesia por la explosión de un cilindro de gas lanzado por miembros de la antigua guerrilla de las Farc en medio de combates con un grupo paramilitar.
La OCHA señaló que por los combates al menos once familias emberá de las comunidades de Playita y Villa Hermosa, así como cuatro familias de la comunidad afro Pogue, han sido desplazadas.
Las otras comunidades afectadas son las de Egoróquera, Unión Baquiaza, Mesopotamia, Napipí, Bocas de Opogadó y Carrillo.
La Oficina resaltó que los enfrentamientos han “dificultando el accionar y capacidad de respuesta humanitaria” de las instituciones y de agencias de cooperación.
Ante esto, la OCHA pidió protección para las víctimas, medidas que garanticen la seguridad alimentaria y realizar brigadas de salud.
Hace poco más de un mes la oficina de la ONU denunció que desde las comunidades del Carmen del Darién, también en Chocó, tuvieron “restricciones a la movilidad y acceso a servicios de salud, abastecimiento de alimentos y riesgos en protección”.
Por estos hecho, el alcalde de ese municipio, Erlin Ibargüen, aseguró que cuatro menores murieron por falta de atención médica.
El pasado 12 de abril la OCHA alertó del desplazamiento de 729 personas en Tumaco, Nariño, por combates entre grupos armados desconocidos.
De igual forma, un día después afirmó que 589 personas de cuatro comunidades indígenas y campesinas del municipio de Tierralta, en Córdoba, se desplazaron por enfrentamientos entre la Fuerza Pública y un grupo armado ilegal.