MANDATO DE LAS COMUNIDADES EN EL MARCO DE LA MINGA HUMANITARIA, POLÍTICA Y SOCIAL POR LA DEFENSA DE LA VIDA, EL TERRITORIO Y LA PAZ TOTAL E INTEGRAL DE LOS PUEBLOS
AGENDA HUMANITARIA Y POLÍTICA
El Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC Nacional y demás organizaciones presentes en esta Minga del Suroccidente colombiano, frente a la agudización y reconfiguración del conflicto armado en contra de los procesos políticos y sociales en nuestros territorios, especialmente en las zonas que por su geografía y conflictividades hemos sido marginadas; continuamos liderando esta apuesta política de resistencia civil no armada; lo que ha implicado desarrollar estrategias y mecanismos de autoprotección y pervivencia desde nuestros pueblos y comunidades, fortalecer competencias e impulsar nuestras propias experiencias comunitarias de construcción de paz como respuesta al exterminio y como apuesta práctica de reconciliación para la reconstrucción del tejido social.
Nuestro compromiso con la paz no es nuevo, es una vivencia y una decisión autónoma de construir desde los territorios, buscando una salida pacífica al conflicto armado, que responda efectivamente a las necesidades que enfrentan nuestras comunidades; esto supone reconocer que tenemos necesidades, características y particularidades sociales, políticas, culturales, territoriales y económicas propias y que estamos facultados en nuestra calidad de sujetos políticos, víctimas del conflicto armado, sujetos de especial protección constitucional, constructoras y constructores de paz y de tejido social rural y urbano del país, a participar de todo aquello que afecte la vida, existencia y pervivencia de nuestros pueblos y comunidades. Avanzamos con el proceso de Diálogos Humanitarios para la Vida con Perspectiva de Paz ante la urgente necesidad de defender la vida y aportar a la construcción participativa de la paz inclusiva y aterrizada a las exigencias sociales, populares y comunitarias, para todos y todas quienes habitamos los territorios, independiente del proceso, organización o sector de origen.
Así, durante los días jueves 27, viernes 28 y sábado 29 de abril del año 2023, en el Territorio Ancestral Kweth Ki’na, Municipio de Caldono que declaramos como territorio de Diálogo, Paz y Convivencia, nos reunimos en torno a la gran Minga Humanitaria, Política y Social por la Defensa de la Vida, el Territorio y la Paz Total e Integral de los pueblos, escenario cuya prioridad es posicionar y empoderar a las autoridades y comunidades indígenas que hacen parte del CRIC, a los sectores sociales, afrocolombianos, campesinos, populares, sindicales, estudiantiles, jóvenes, mujeres, procesos rurales y urbanos del suroccidente colombiano como los principales actores políticos en el marco de la construcción de paz desde nuestros propios contextos territoriales, de cara al llamado histórico de vivenciar el derecho y deber fundamental a vivir en paz; en coordinación con el Gobierno Nacional, a través de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz a quienes agradecemos profundamente su disposición y compromiso con la paz de nuestros territorios.
Igualmente, como Minga buscamos conocer de fondo las voluntades reales por parte de los diferentes actores armados, gobierno nacional, gremios económicos y sociedad civil en la construcción de la paz real e integral, con el propósito de desescalar el conflicto y avanzar en el cese multilateral del fuego y de hostilidades de manera inmediata.
Los pueblos y organizaciones del suroccidente colombiano presentes en este gran encuentro avanzamos desde la palabra y el sentir, con la firme convicción de que es posible lograr en unidad las transformaciones que necesita el país, a través del diálogo como herramienta para la construcción de confianza y entendimiento.
En el marco del compartir de la palabra y la construcción colectiva, los mingueros de la paz MANDATAN:
Frente a lo humanitario:
Para nuestros pueblos, lo humanitario está enmarcado en los principios del pensar, el sentir, la reciprocidad, confianza, el apoyo, el reconocimiento de sí mismo y del otro.
Lo humanitario es proteger, cuidar y respetar el territorio y la comunidad.
Lo humanitario implica fortalecer lo espiritual, lo sentimental y el dolor, así como la necesidad del buen vivir en los territorios y el respeto a las comunidades.
La tranquilidad de las comunidades: que puedan desarrollar sus planes de vida, respetar el ejercicio de las autoridades acompañar de manera colectiva a la población de carácter especial.
Respetar la sociedad civil y salvaguardar el territorio.
Y, en consecuencia:
◈ Hacemos un llamado a respetar la vida de todos y todas quienes habitamos los territorios rurales y urbanos del suroccidente colombiano.
◈ Exigimos se detenga el reclutamiento de comuneros en los territorios en sus diferentes formas, por parte de actores armados legales (ejército y policía) e ilegales; que den respuesta sobre dónde se encuentran los jóvenes reclutados y desaparecidos.
◈ Exigimos a los diferentes grupos armados, el respecto integro por los mandatos comunitarios establecidos por nuestras comunidades frente a la presencia o tránsito por nuestros territorios.
◈ Protección y salvaguarda del territorio, los pueblos indígenas y toda forma de vida para la pervivencia en el tiempo y el espacio.
◈ Al Estado colombiano y los grupos armados irregulares, reconocer la instrumentalización de la niñez y la juventud en el conflicto armado a través de la violencia armada, política, económica y social.
◈ Exigimos detener el conflicto armado, a través del cese al fuego multilateral y de hostilidades de manera inmediata entre los diferentes actores del conflicto armado; parar igualmente, los señalamientos, persecuciones, amenazas, desplazamientos forzados, desapariciones forzadas, la instalación de campos minados en nuestro territorio, los homicidios sistemáticos, reclutamiento y toda forma de violencia.
◈ Como gesto humanitario, permitir que las entidades u organismos de desminado intervengan en favor de descontaminar el territorio de artefactos explosivos que ponen en riego la vida.
◈ Establecer una ruta de atención y acompañamiento integral que vincule la espiritualidad, la atención psicosocial y jurídica a las familias de las víctimas de las diferentes afectaciones producto del conflicto armado.
◈ Se debe exigir a los actores armados que reintegren a los niños, niñas, jóvenes y adultos a cada una de sus comunidades y establecer una ruta que contemple acciones para el acompañamiento, prevención y atención en el proceso de regreso a casa de menores de edad, jóvenes y adultos recuperados, desertados y reincorporados. (acceso a espacios de formación, fortalecimiento de procesos comunitarios, apoyo a iniciativas y proyectos económicos, entre otras alternativas y proyectos productivos, planes de formación y ejercicios de sanación)
◈ Que el Estado genere las condiciones, reconocimiento y respeto a la guardia indígena como protagonistas en los procesos y rutas de veeduría, monitoreo y seguimiento frente a las orientaciones de la sociedad civil en relación a los alivios humanitarios exigidos a los actores armados.
◈ Los territorios no deben ser objeto de los pasquines, panfletos, pancartas ni letreros de los grupos armados, pues estos generan zozobra, contaminación, estigmatización y diversas reacciones y desarmonías dentro de nuestras comunidades.
◈ Se exige al Comando Coordinador de Occidente el cumplimiento de los acuerdos suscritos entre el Estado Mayor Central de las FARC y CRIC en los años 1985, 1987 y 1989 en el marco del reconocimiento y respeto al ejercicio de gobernabilidad y gobernanza de los pueblos indígenas.
Frente a lo político:
◈ Proponemos priorizar la conversación sobre aspectos políticos que nos permitan concretar una agenda y garantizar la participación de la sociedad civil (jóvenes, mujeres, campesinos, indígenas, negritudes, población urbana, LGBTIQ+, personas con capacidades diferentes) con garantías para la construcción colectiva de la paz real e integral, avanzando en vivenciar nuestro derecho a la verdad y la paz, desde la libre autodeterminación.
◈ Se requiere avanzar en mecanismos de diálogo interjurisdiccional vinculante que genere garantías jurídicas para la implementación de eventuales procesos de paz y restablecimiento de la armonía y equilibrio en los territorios.
◈ Las mesas de diálogo deben realizarse en el país, llegando a los territorios para asegurar la participación y construcción colectiva con vocerías de la población civil y en los territorios definidos por las comunidades, sectores y pueblos, en el marco de la diversidad étnica y pluricultural.
◈ Exigimos que el Estado garantice un diagnóstico real sobre tenencia, uso y usufructo de la tierra.
◈ Caminos para hacer realidad una reforma agraria integral con garantías; no solo por ser una deuda histórica con las comunidades más golpeadas por la desigualdad y la guerra, sino como símbolo de unidad alrededor de un nuevo horizonte de cambio para la región.
◈ Reconocimiento e implementación de modelos económicos propios. Un diálogo sobre la paz, necesariamente tiene que aportar en la construcción de alternativas orientadas a mitigar el cambio climático, posicionamiento de las economías comunitarias y solidarias, junto a la concreción de acciones que permitan la transición a un nuevo modelo económico: menor dependencia y mayor soberanía.
◈ Exigimos la implementación del capítulo V del acuerdo de paz, sobre el sistema integral de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
◈ Que en el marco de los acuerdos de Paz Total exista un capítulo especialmente para jóvenes priorizando el enfoque diferencial.
◈ Se exige participación directa de las organizaciones de jóvenes y sus vocerías en el proceso de construcción del viceministerio de la juventud en el ministerio de la igualdad.
◈ Generar acciones efectivas y eficaces para garantizar los derechos fundamentales de las niñas, mujeres y madres de cada uno de los territorios.
◈ Reconocimiento real de las mujeres como actoras directas en el camino hacia la paz y en las decisiones que las afectan.
◈ Incorporar a niños, niñas y jóvenes a procesos de formación, especialmente al género masculino en el tema de autocuidado y masculinidades.
◈ Que el Estado garantice programas con enfoque territorial a niños, niñas y jóvenes para la sanación psicosocial y psicocultural.
◈ Los cultivadores de cannabis y hoja de coca con fines industriales, alimenticios, recreativos y medicinales, ponen a disposición sus conocimientos y voluntades para avanzar en un mecanismo jurídico, político y social para la incidencia en la política nacional e internacional antidrogas.
◈ Se exigen garantías de participación para la implementación de la política de drogas del gobierno nacional en clave de la certificación a las diversas iniciativas, de manera que se priorice a los pequeños cultivadores de cannabis y hoja de coca con fines industriales, alimenticios, recreativos y medicinales.
◈ Compromisos reales por parte de los actores armados de respetar los avances y logros hechos por las comunidades indígenas, campesinas y afrocolombianas en términos de derechos económicos, sociales, territoriales y ambientales.
Este mandato es orientación de los pueblos, sectores y sociedad civil en general presentes y genera las proposiciones que deben ser vinculadas en los procesos y mesas de paz existentes y futuras en el marco de la paz integral y total desde los pueblos y para los pueblos.