La incautación de una tonelada de marihuana de alta calidad en un parqueadero de la localidad de Usme, Cundinamarca, fue la prueba para que la Policía Antinarcóticos concluyera que el grupo delincuencia de Los Pelusos o Epl tiene participación en el mercado ilícito de esa droga, cuya cadena de producción inicia en el norte de Cauca.
Justamente en este departamento ese grupo armado ilegal libra fuertes enfrentamientos con las disidencias de las Farc, que para la Policía se dan por el control de territorio y por el acceso a las plantaciones de marihuana para manejar su distribución.
Precisamente los investigadores de la dirección de Antinarcóticos de la Policía lograron establecer que la tonelada de alcaloide hacía parte de un negocio hecho entre el Epl, al mando de alias Orejas, y un grupo narcotraficante de Brasil conocido como la Familia del Norte.
Una vez se cerró la transacción, la tonelada de marihuana camuflada en una planta de energía tenía la ruta vía terrestre desde Corinto, Bogotá, Villavicencio, Puerto Gaitán y desde ese municipio, sería enviada vía fluvial hasta Puerto Carreño Vichada para terminar en la ciudad de Manaos (Brasil).
Tres integrantes de una de las pesadillas que afronta Brasil en materia de orden público y narcotráfico, el cartel Familia Do Norte, estuvieron en la última Feria de Cali. Con agentes encubiertos y una investigación que arrancó el 30 de diciembre pasado, la Policía antinarcóticos descubrió que los miembros de esa organización criminal viajaron a la capital del Valle para hacerse pasar por turistas para, con esa fachada, llegar hasta el Cauca y hacer contactos para comercializar marihuana. La Policía decomisó una tonelada de ese estupefaciente, pero los hallazgos de los investigadores dejaron ver que el problema va mucho más allá.
“Ya en Brasil, el precio de cada kilo supera los 2.500 dólares, transacción que resultó rentable para la ‘familia del Norte’ teniendo en cuenta que el kilo en el departamento del Cauca tiene un valor aproximado de 70.000 mil pesos”, aseguró el coronel José Miranda, Jefe de operaciones de la Policía de Antinarcóticos.
Días después, los brasileños llegaron a Corinto (Cauca). Los miembros de inteligencia de la Policía Antinarcóticos empezaron a sondear en la zona y a buscar información, para descubrir que los brasileros conocieron a través del Grada, un desmovilizado de las Farc, a Orejas, un jefe de Los Pelusos que opera en Corinto.
“En estos momentos, en el nororiente del cauca, con el conflicto entre Pelusos y residuales de las Farc por el narcotráfico, no cualquier persona puede entrar. Tiene que ir apadrinado –dice el coronel José Miranda, Jefe de operaciones de la Policía de Antinarcóticos –. Todavía no tenemos claro cómo conocieron los brasileños al Grada, pero sí tenemos claro que fue él quien los llevó a Orejas”.
Según las indagaciones de las autoridades brasileras, la Familia Do Norte fue la que motivó el asesinato colectivo en el penal, que incluyó múltiples decapitaciones y descuartizamientos.
Por eso, la presencia de algunos de sus miembros en el suroccidente colombiano encendió las alarmas de la Policía colombiana