El presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez, aseguró que se ha exagerado por parte del gobierno y las autoridades sobre los alcances de la protesta convocada para el próximo 21 de noviembre.
Tras los mensajes amenazantes que han circulado en redes sociales incitando al vandalismo en el paro nacional que se realizará este jueves, la Fuerza Pública entró en acuartelamiento de primer grado desde este lunes.
Según dijo Gómez en RCN Radio, “se ha armado una parafernalia frente a esta movilización, se ha señalado el 21 como el ‘día D’. Esto es una movilización normal , no aceptaremos a los vándalos que salen a hacerle daño a lo público que, a la final, nos toca pagarlo a los usuarios”.
Añadió que “para nosotros esto es una jornada cívica para expresar un llamado al gobierno a cerca de políticas que nos permitan sacar a este país de la crisis”.
Gómez hizo un llamado a la calma y pidió a los medios de comunicación y demás autoridades no sembrar pánico: “Lo que debemos hacer entre todos es dar un un parte de tranquilidad, es un día cívico en el que saldremos a marchar en medio de una actitud absolutamente pacifica”.
En ese sentido, recordó que “el vandalismo y los encapuchados no hacen parte de las convocatorias a las marchas y nunca lo han sido. Por eso nosotros no nos oponemos a los planes que realice la Fuerza Pública pero sin caer en la exageración”.
Añadió que “quien no quiera hacer parte del paro, nosotros respetamos esa decisión”.
De la misma manera, el presidente de la CGT explicó que “la jornada de paro se realiza porque hay un acumulado de situaciones frente a las cuales estamos llamando la atención del gobierno”.
“No existe una política de empleo, la ausencia de oportunidades laborales para los jóvenes, los incumplimientos con las dignidades agropecuarias, los transportadores, entre otros. Claro que todo no viene de este gobierno”, añadió.
Finalmente, el representante de las centrales obreras sostuvo que como resultado de las marchas esperan que “lo que esta en la mentalidad de Fedesarrollo, de la Anif y de la OCDE, se desestime como política pensional. Sin embargo es un gran alivio que el Gobierno anuncie que no se tendrán muchos de estos elementos en cuenta para la reforma”.