Claudia López, alcaldesa de Bogotá elegida por el partido Alianza Verde, centró su discurso de posesión en su identificación con el bogotano promedio: clase media, que estudia con préstamos o becado, que no la tuvo fácil, pero puede surgir. La misma retórica que la catapultó como mandataria.
Destacó que Bogotá eligió a la “hija de una maestra” que pudo salir adelante con el apoyo de su familia y que “a punta de mérito, tenacidad y acción colectiva logró abrirse paso en la academia y el servicio público”.
De acuerdo con Carlos Andrés Arias, docente de la maestría de Comunicación Política de la Universidad Externado, “ese fue el mismo discurso que dio ante la Cámara en el último debate por la Alcaldía, que fue el que le dio la victoria, ella dijo: ‘Yo soy como usted y lo represento’. Ese el principio de la otredad, que es aquel que dice yo reconozco mi identidad en el otro, recoge la identidad del bogotano en ella, y ella se reconoce en el bogotano, por eso su retórica está cargada de imágenes simbólicas de Bogotá”.
Su acto de investidura se dio en el Parque Simón Bolívar, alejado de la clase alta que siempre ha estado cerca del Palacio de Liévano. Llegó en bicicleta y cuando caminó por el prado lo hizo de la mano de su esposa Angélica Lozano.
La alcaldesa apuntó a las necesidades más sentidas de los estratos 2, 3 y 4, que es la mayoría en Bogotá: “Seguridad, movilidad y una política social que les permita mejorar la calidad de vida, muy lejos de lo que hizo Gustavo Petro que fue promover la lucha de clases”, dijo Arias.
La protesta
En ese reconocimiento con la clase media bogotana, López acudió también a la figura de la protesta social: “Hoy no solo hacemos eco sino que somos parte las mayorías ciudadanas que se han tomado las calles con las demandas y aspiraciones apenas elementales y plenamente legítimas de los jóvenes, de las mujeres, de los movimientos cívicos, de los grupos étnicos, de quienes reivindican la diversidad sexual y la igualdad”.
A lo que agregó que “hoy llega al Gobierno (de la ciudad) esa ciudadanía”, esos “miles de personas que han salido espontáneamente a las calles a expresarse al ritmo de las cacerolas, más allá de los partidos y caudillos políticos” .
El acto de posesión del alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, se realizó en el coliseo Miguel Calero. FOTO cortesía alcaldía de cali
Discurso de Ospina apeló a ejemplos del pasado
Como si fuera una clase de historia, Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, recordó con nostalgia los logros de su ciudad en 1920, un siglo atrás, cuando se puso en funcionamiento el ferrocarril, lo que significó el tren en su desarrollo y cómo se conectó con el resto del país. “El propósito más importante que tenemos es la constitución del tren de cercanías para aprovechar el sistema férreo, que es el gran proyecto del año XXI del siglo XXI”. Se trata de uno de infraestructura que pretende comunicar a Buga, Cali y Palmira, lo que promete “movilizar empleos, transformar nuestro territorio, provocar nuevas centralidades y solucionar el problema de movilidad que tenemos”.
Así mismo, Ospina hizo referencia al aprovechamiento integral del río Cauca, que era navegable en los primeros 20 años del siglo XX, pero con el tiempo se acabó la naviera y la ciudad creció de espaldas al río, arrojando aguas sucias a su cauce. “Oh río Cauca, cuánto te debemos”, dijo el alcalde.
“Ese es nuestro segundo gran proyecto, limpiar el río, descontaminarlo y terminar las obras del jarillón, para que dejen de estar en peligro a miles de caleños”, advirtió.
Y el tercer reto, para honrar a los ancestros de la capital del Valle del Cauca, Cali se convertirá en una ciudad inteligente, honrando a quienes en 1920 crearon la empresa de telefonía.
En el Gran Malecón del río Magdalena se realizó la posesión de Jaime Pumajero como alcalde de Barranquilla. FOTO @jaimepumarejo
“A Barranquilla ya nada le queda grande”
Con la promesa de la continuidad, como en campaña, Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla, dijo que seguirá la senda que por años ha venido marcando la ciudad. “Aquí iniciamos una revolución silenciosa, mucha gente no se daba cuenta que estaba ocurriendo porque era sin gritos, pero Barranquilla se transformó y vamos cerrando la brecha entre las clases sociales”, dijo el ahora mandatario.
Prometió mejorar la relación de la ciudad con el río Magdalena apostándole a concluir el trabajo de Alejandro Char (exalcalde), pero también advirtió que Barranquilla contará con el primer bosque urbano: “Vamos a seguir llenándola de árboles y naturaleza, para que sea más agradable vivir aquí. Vamos a ser la primera biodiverciudad del país”.
Habló de Ritmo, el sistema integrado de transporte metropolitano que se pondrá en marcha durante su gobierno y aseguró que “vamos a construir el ríobus, ¡qué placer nos dará viajar por el río Magdalena!”. Dijo también que varias líneas de cruceros quieren llegar Barranquilla, lo que llevará a más de 100.000 personas a la ciudad “aquí tenemos belleza, hay muchas cosas que ver y que disfrutar”.
Y por último, Pumarejo aseguró que trabajará hombro a hombro con la gobernadora Elsa Noguera, gran representante de Barranquilla.