La candidatura de Evo Morales a senador para las elecciones de mayo en Bolivia fue rechazada por el órgano electoral del país, al considerar que incumple el requisito de residencia permanente en el país.
El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia se pronunció este jueves sobre una serie de candidaturas, incluida la de Morales, a la que había observado sobre el cumplimiento de los requisitos para concurrir a los comicios del 3 de mayo.
El presidente del tribunal electoral, Salvador Romero, dijo en rueda de prensa en La Paz que la decisión es “inapelable”.
Sin embargo, sí fue admitida la candidatura de Luis Arce a presidente por el Movimiento al Socialismo, MAS, el partido de Morales, para los comicios del 3 de mayo.
Ambas habían sido observadas hasta aclarar si cumplían el requisito de residir en el país desde al menos cinco años antes para los aspirantes a presidente, de dos en el caso de senadores y diputados.
Romero explicó que para tomar la decisión se tuvo en cuenta aspectos como la residencia que figura en el padrón electoral del aspirante a candidato, donde desarrolla su vida y cuál es la residencia efectiva, de acuerdo a pronunciamientos como uno del Tribunal Constitucional de Bolivia.
Morales presentó su candidatura a senador por la región boliviana de Cochabamba, donde comenzó su carrera política como diputado en 1997 y donde votaba en sucesivas elecciones hasta los comicios del pasado octubre.
El expresidente fue dado por ganador en esas elecciones, luego anuladas entre denuncias de fraude electoral a su favor e informes de organismos internacionales sobre irregularidades en el proceso.
Evo Morales anunció el 10 de noviembre su renuncia, denunciando un golpe de Estado para derrocarlo en medio de presiones de mandos policiales y militares, entre otras, y al día siguiente salió hacia México, donde estuvo asilado.
Luego viajó en diciembre a Argentina, donde permanece tras solicitar refugio y desde donde ejerce de jefe de campaña del MAS para las elecciones en Bolivia.
El exministro Luis Arce también viajó a México asilado en diciembre y luego a Argentina, desde donde volvió a Bolivia en enero.