De acuerdo a los testimonios que se han escuchado en el departamento del Cauca por las víctimas del conflicto armado, en esta región hay unas rarísimas alianzas por los actores de la violencia, según la integrante de la comisión de la verdad, Alejandra Miller.
La comisionada habló que se han escuchado más de 800 testimonios, especialmente de víctimas del conflicto armado en los diferentes municipios del Cauca.
En esta región, un promedio de dos mil personas han asistido voluntariamente ante la comisión, en busca del esclarecimiento de la verdad.
Varios de los testimonios obtenidos, fueron dados a conocer en medio de un conversatorio virtual sobre la situación de violencia que vive el Cauca.
Alejandra Miller, comisionada de la verdad, manifestó a parte de las economías ilegales, la presencia de diversos grupos armados, el abandono del estado y las disputas por la tenencia de la tierra, esas alianzas entre integrantes de la Fuerza Pública y los grupos ilegales, es otro de los factores de generación de violencia en este territorio.
“Nos hablan de alianzas entre Fuerza Pública, narcotráfico y minería ilegal, aunque es muy difícil deslindar uno de otro. Hay un testimonio aportado por un oficial del Ejército en el que se muestra nexos entre militares y carteles mexicanos”, expresa la comisionada.
“En el año 2010 un policía pide poder comprar base de coca en el municipio de Argelia o Balboa, a cambio de información a grupos armados sobre los operativos que adelanta la policía de carreteras”, dice otro de los testimonios.
Reconoce que entre esos factores están la pobreza, el abandono, la pobreza extrema y la firma de más de dos mil acuerdos que se han incumplido por el gobierno nacional, entre otros. Se suma la falta de la puesta en marcha de una reforma rural integral y la presencia de los cultivos de uso ilícito y de las economías ilegales.
También entre los factores que afectan la seguridad y la convivencia ciudadana en el Cauca, según la comisionada Alejandra Miller, están los señalamientos y la impunidad en los delitos.
Para Cristian Delgado, las alianzas entre de la fuerza pública y grupos armados no son nuevas. El líder campesino recuerda como desde el año 2008, se había denunciado un pacto entre integrantes del Ejército, el ELN y el grupo paramilitar de los ‘Ratrojos’.
“Se presentaron casos como por ejemplo que la Policía jugaba fútbol con integrantes de ‘Los Rastrojos’ en pleno caserío del corregimiento de El Mango. También había secuestro de campesinos con la complicidad de todos, esto como una política de guerra en ese momento en contra de las Farc”, describe el líder.
De acuerdo a los testimonios obtenidos por la Comisión de la Verdad, las alianzas con grupos armados, también se han extendido a los sectores políticos.
Llegar al poder ha sido el objetivo de esas alianzas, las más recientes con disidencias de las Farc, alcaldes y funcionarios públicos han llegado a sus cargos con ayuda de los grupos armados.
“Estos testimonios dan cuenta de cómo los políticos de izquierda y de derecha siempre han buscado a los grupos armados porque consideraban que tenían cierto dominio en las comunidades y que podrían encontrar un respaldo. Hay un testimonio en el que se cuenta que hubo personas que ganaron las elecciones con el apoyo de la insurgencia”, relata Miller, mientras continua el conversatorio.
En su intervención el campesino Cristian Delgado, afirma que a parte de las economías ilegales asociadas con el narcotráfico; las riquezas naturales que tiene el Cauca y su futura explotación, se convierten en un gran atractivo, que explican el interés de esas alianzas.
“Hay grandes riquezas naturales en materia de biodiversidad las cuales pretenden ser extraídas como materia prima para las empresas farmacéuticas. Tenemos cinco cuencas hidrográficas que piensan ser comercializadas en lo que se proyecta como la guerra por el agua, también hay muchos proyectos mineros”, puntualiza el líder.
Esos factores generadores de violencia, explican el porqué de la muerte de líderes sociales, ambientales y defensores de derechos humanos en el Cauca, donde son 26 los homicidios de líderes solo en la cuarentena.
En lo que coinciden todas las organizaciones que viven a diario la violencia, es que Cauca necesita una mirada diferente del estado. Cauca necesita de alianzas que no sean mortales.