La contundencia del material de prueba presentado por la Fiscalía General de la Nación permitió que el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado con funciones de conocimiento de Neiva (Huila) condenara al padrastro y a la madre un menor de cinco años, a penas de 35 años y cinco meses (426 meses) y 10 años y 8 meses de prisión (130,56 meses), respectivamente.
Los dos implicados fueron condenados por tortura agravada; además del delito de homicidio agravado, en el caso del hombre.
La investigación
Según consta en el proceso, el 8 de septiembre de 2018 la madre de la víctima, salió de su vivienda en el barrio El Limonar de Neiva (Huila) con la intención de ir a trabajar. Por esa razón dejo a su hijo al cuidado de su compañero sentimental.
Labores de policía judicial evidenciaron cómo el menor, de 5 años, intentó evitar que su mamá se fuera, ante lo cual fue golpeado por esta; quien forzó al niño a ingresar a la casa. Poco después el hombre se acercó a la vivienda donde su compañera trabajaba para informarle que el niño continuaba llorando.
De nuevo en la residencia, los adultos encontraron al menor con la cabeza recostada en la mesa del comedor con múltiples golpes, que fueron propinados por su padrastro.
El menor fue trasladarlo a un centro de salud de Canaima a donde llegó sin signos vitales. Según el dictamen forense al cuerpo del menor, evidenció múltiples lesiones además de traumas, fracturas y signos de haber sido maltratado, muerte por insuficiencia respiratoria a raíz de los golpes sufridos, según Medicina Legal.
Los testimonios recaudados dan cuenta que el menor sufría de reiterados maltratos físicos por parte de su progenitora de y su compañero sentimental como castigo por su falta de control de esfínteres ante la malformación congénita que este padecía.
Esta decisión es de primera instancia y sobre ella proceden los recursos de ley.
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