En una sesión técnica de trabajo solicitada ante la Corte Constitucional, la Ministra de Justicia y del Derecho, Gloria María Borrero Restrepo, presentó ante este alto tribunal el Plan de Transformación y Humanización del Sistema Carcelario en Colombia, con el que se empieza a responder a los requerimientos de las sentencias T-388 de 2013 y T-762 de 2015, que declararon el Estado de Cosas Inconstitucional (ECI) en el sistema penitenciario y carcelario.
En este encuentro, que tuvo lugar en la Sala de Audiencias de la Corte Constitucional, la alta funcionaria estuvo acompañada por el Viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa, Juan Francisco Espinosa Palacios; la Directora de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC), Matilde Mendieta Galindo; el Mayor General Jorge Luis Ramírez, director saliente del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC); y el Brigadier General William Ruiz, director entrante de dicha institución.
Por su parte, la Corte Constitucional contó con la representación de los magistrados Gloria Estella Ortiz Delgado, Carlos Bernal Pulido y José Fernando Reyes Cuartas.
La presentación del Ministerio de Justicia tuvo tres componentes: vida en reclusión e infraestructura, a cargo de la USPEC; transparencia, a cargo del INPEC; y Política Criminal, para articular el Plan. “Este Plan se ajusta a las recomendaciones dadas por la Corte Constitucional. Si ustedes no le hubieran puesto el ojo a esta situación, hoy sería más grave. Por eso les presentamos nuestro Plan de Transformación y Humanización del Sistema Carcelario, que es nuestra hoja de ruta y ya presenta sus primeros resultados”, les dijo la Ministra a los magistrados.
La alta funcionaria afirmó que poner en marcha el Plan no es fácil, dadas las restricciones presupuestales de las entidades. “El presupuesto de la USPEC para este año es de 300 mil millones de pesos para inversión, y resolver todo el problema de manera acelerada requeriría muchísimos más recursos: cerca de 14 billones de pesos que hoy no tenemos”, explicó la alta funcionaria, quien hizo énfasis en que en esta administración se dará inicio al Plan, pero que el mismo deberá tener continuidad en las próximas. También añadió que para atender esta coyuntura se están estructurando alianzas público-privadas con el fin de tratar de generar entre 12.000 y 24.000 cupos adicionales.
La titular de la cartera de Justicia se refirió también a la problemática de la detención domiciliaria, de la que dijo, se debe superar en los tres años y medio de gobierno que le restan al Presidente Duque. Y en cuanto a los indicadores de cumplimiento relacionados con los Derechos Humanos de la Población Privada de la Libertad (PPL), manifestó que en el Ministerio se está trabajando fuertemente en el tema.
“Estamos construyendo una política criminal más coherente y racional, y en ese contexto, no podríamos volver a aprobar ninguna norma penal si no contamos con un estudio de constitucionalidad relacionado con la capacidad de cumplimiento en cuanto a Derechos Humanos”, agregó.
Borrero Restrepo indicó que se trabaja en la elaboración de un nuevo Código Penal, y que se ha puesto en marcha una campaña que busca concientizar a la gente acerca del hecho de que no todo el mundo se debe ir a la cárcel, pues existen salidas como la justicia restaurativa.
La Ministra dijo que no se descarta la posibilidad de decretar un Plan de Emergencia para solucionar la problemática penitenciaria y carcelaria, aunque -aseguró- “no sería fácil hacerlo, dados los recursos actuales”. Y concluyó manifestando que la idea es acabar con las cárceles en zonas urbanas, recordando que se seguirá trabajando con pospenados y se ampliará el programa de Casa Libertad, que les ayuda a hacer de nuevo el tránsito hacia la vida en sociedad.
Frente a las manifestaciones de Borrero Restrepo los magistrados, encabezados por Carlos Bernal Pulido, agradecieron las explicaciones de la Ministra. La togada Gloria Estella Ortiz, por su parte, hizo énfasis en la protección de los Derechos Humanos de los privados de la libertad de acuerdo con los estándares internacionales. Y ese, precisamente, es el corazón del Plan: la humanización del Sistema Carcelario