En los primeros acuerdos alcanzados con la oposición en Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega se comprometió a respetar la libertad de prensa, restituir el derecho a la protesta y a desarmar a los paramilitares que surgieron en medio de las manifestaciones.
Este acuerdo se da en medio de las negociaciones que iniciaron el 27 de febrero y que están conformadas por la delegación de gobierno, encabezada por el canciller Denis Moncada y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD).
El documento establece específicamente que se va a “garantizar el derecho a la concentración, manifestación y movilización pública”, “revisar las cancelaciones de las personerías jurídicas” que fueron declaradas ilegales por apoyar las protestas.
También se pide “tomar medidas necesarias para asegurar el desarme de quienes porten armas sin autorización y de quienes se organicen como grupos armados fuera”, según el líder opositor, Juan Sebastián Chamorro, este es un llamado al ejército para el “desarme de los paramilitares“.
Si bien el gobierno acordó respetar la libertad de expresión y facilitar la importación de materia prima para los medios de comunicación, no se especificó si se liberarán los materiales bloqueados a los periódicos nacionales desde septiembre.
La próxima semana se prevén más avances sobre los puntos pendientes entre los que está la democratización que incluye una reforma electoral, que contará con la asistencia de la OEA.