
La escalada de violencia que sacudió al departamento del Cauca durante el reciente fin de semana, causó indignación en todos los círculos sociales, económicos y políticos al considerar que esa etapa ya estaba superada.
En esos hechos se conoció que el vehículo que fue utilizado para cometer el ataque terrorista había sido hurtado a la esposa de un ex funcionario de la alcaldía de la ciudad de Cali.
También que a los hechos violentos de Corinto y Caloto, se sumaron hostigamientos a cuarteles de la policía en otras poblaciones, la arremetida de los grupos armados ilegales contra el corregimiento El Plateado en Argelia y las confrontaciones armadas en la costa caucana del Pacífico que originaron desplazamientos hacía Timbiquí y otras localidades de ese municipio.
Momentos de pánico se vivieron en Caldono, Silvia, Belálcazar, entre otras localidades por las acciones violentas de los grupos armados organizados residuales.